Durante las últimas horas cayeron 130 milímetros que anegaron algunos barrios y generaron inconvenientes a los vecinos de Eduardo Castex. “No hubo evacuados, el agua llegó hasta la vereda de algunas casas en algunos sectores”, indicó la directora de Obras Públicas y Viviendas, Magali Imirizaldu. Por su parte, el director de Medio Ambiente local, Camilo Ordoñez, consideró que “teniendo en cuenta la cantidad de agua que cayó en el tiempo que lo hizo, los canales (pluviales) funcionaron bien”.
El alerta amarillo emitido por el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) está vez se cumplió, y la lluvia supero los milímetros proyectados. A algunos vecinos paradójicamente se les “inundó” el pluviómetro.
Durante el miércoles y madrugada del jueves, cayeron 130 milímetros, pero previamente se habían registrado 36 milímetros en el trascurso de esta semana.
Los funcionarios municipales Magali Imirizaldu y Camilo Ordoñez ayer indicaron que uno de los barrios más afectados fue el “Pilar Giorgi”, que recibe las aguas que bajan del Barrio Doña Ramona en la zona oeste, y las características del terreno hacen que “drene muy lento el agua”.
Imirizaldú explicó que “tenemos muy poco desnivel en la zona urbana”. “Tenemos poca pendiente y estamos 30 metros más bajos que Conhello”, graficó.
Más dificultades.
Otro de los sectores donde se registraron dificultades fue en la calle Antártida Argentina, donde paralelo corre un desagüe pluvial que canaliza las aguas que bajan del sector oeste y las dirige hacia el este hasta la ruta nacional 35.
“Llovieron 130 milímetros en un día y eso es lo que llueve casi en todo el mes de marzo y tuvimos calles anegadas que habitualmente se inundan. Los canales funcionaron al máximo y desagotaron el agua del pueblo hacia la ruta provincial 102 y/o ruta nacional 35”, explicó Camilo Ordoñez.
El entrevistado indicó que la limpieza y mantenimiento de los canales pluviales “se hace regularmente”, pero en este caso “funcionaron con una cantidad de agua que no reciben habitualmente y para lo cual no están diseñados”.
Imirizaldú también indicó que las rutas que rodean la zona urbana castense “son un límite complejo porque las alcantarillas tienen un metro de diámetro y todos los canales pluviales convergen en ese desagüe”.
“Tenemos algunos sectores complicados, por eso siempre estamos trabajando para ir resolviendo las dificultades para evitar que el agua se quede en la zona urbana”, concluyó.
