Dos hombres, uno de 36 años y otro de 30, fueron condenados a un año de prisión de cumplimiento efectivo por sendos casos de violencia de género. Ambos legajos penales se resolvieron por la vía alternativa del juicio abreviado.
En el primer caso, la jueza de control santarroseña, María Florencia Maza, condenó a Sebastián Aníbal Marín (36) a un año de prisión efectiva por ser autor de los delitos de lesiones leves calificadas por la relación de pareja preexistente, en concurso real con amenazas simples, en perjuicio de una expareja.
Al homologar el acuerdo que habían alcanzado la fiscala María Micaela Succurro; el defensor oficial Juan José Hermúa y el imputado, la magistrada declaró reincidente a este último y valoró los hechos en el marco de la ley 26-485 de Protección Integral a las Mujeres.
En el expediente se probó que el 21 de enero a la noche, la víctima quiso retirarse del domicilio del agresor y este se negó, tornándose agresivo. En ese contexto comenzó a agredir a la mujer con golpes de puño, la tomó del cabello y la arrastró por el piso. Cuando ella pudo escapar, Marín le envió mensajes diciéndole que “no lo denunciara porque si no se mataría” y que “fuera al hospital y dijera que se había golpeado sola”.
Además se acreditó que el acusado, desde que había quedado en libertad el 13 de enero, amenazó a su expareja en reiteradas ocasiones en forma telefónica o personal, expresándole que si no iba a verlo, le quemaría la casa.
En el segundo caso, el juez de control de Santa Rosa, Carlos Ordas, condenó también a un año de prisión de cumplimiento efectivo a Rubén Alejandro Santos (30) como autor del delito de amenaza con arma en perjuicio de una expareja.
El 19 de enero a la mañana, la damnificada ingresó a su domicilio a buscar ropa y se encontró con el condenado, quien le dijo: “vos de acá no salís, de la puerta para afuera te cago matando” (sic). “En ese momento tomó una tijera de tamaño pequeño y se la guardó en el bolsillo, y mientras insultaba y amenazaba a la mujer y se acercaba generándole temor”, dice el fallo.
Con la tijera en la mano, le hizo un ademán de intento de agresión a su expareja, manifestándole que “si hubiera querido, te hacía así y listo”.
Luego Santos tomó una pala y le dijo a una acompañante de la víctima: “¿querés que te la cague matando ahora? No me importa que se te pare el corazón”. Recién cesó su conducta cuando llegó la policía.
En este abreviado también intervinieron la fiscala Sucurro y el defensor Hermúa.
