La estancia La Chapela era propiedad de Carlota W. de Brown, y fue asaltada en octubre de 1935 por una banda de “peligrosos” rosarinos, que arribaron a estas tierras después de cometer violentos robos en Santa Fe. El hecho desencadenó en tres muertos –dos asaltantes y un policía-, hubo detenidos –dos asaltantes y el entregador- y dos prófugos.
El violento asalto se cometió en el predio ubicado en el camino a Mira Pampa, a siete leguas de Eduardo Castex, en jurisdicción de Villa Mirasol. El episodio conmocionó a los pobladores de esta región, que aún era “territorio nacional”, y el semanario La Voz del Norte publicó que “bandoleros”, así los denominaban en esa época, se movilizaban en una “voiturette” Pontiac de lujo que habían robado en Rosario, y se presentaron en el puesto donde se encontraba Joaquín Elpira, con su esposa Damiana Rubio y su hija Balbina.
Allí argumentaron al puestero que eran policías e iban persiguiendo a un delincuente que supuestamente se había refugiado en ese campo, pero rápidamente los maniataron y se llevaron dinero en efectivo, numerosas alhajas y “varios efectos”, publicaron los diarios de la época.
Las víctimas fueron rescatadas, durante la madrugada del día siguiente, por el mayordomo, quien dio rápido aviso a la policía de Villa Mirasol, y desde ahí solicitaron colaboración a la comisaría departamental de Colonia Barón.
PERSECUCIONES CON TIROS Y MUERTOS
La conmoción no solamente se produjo entre la policía, sino fundamentalmente entre los pocos pobladores que tenía está región, porque no eran frecuentes estos episodios. Así que la policía rápidamente comenzó a buscar a “La banda de los rosarinos”, y una comisión estuvo a cargo del comisario castense Héctor Icasatti. Estos siguieron los rastros de un rodado que fue abandonado en Metileo, donde los asaltantes cargaron nafta, pero un desperfecto obligó continuar sin el rodado. Y ahí se dividieron en grupos de dos personas, para despistar a la policía.
Dos iban caminando hacia Dorila, donde se encontraron con el policía Reynero Herrera, quien se dirigía a la chacra de una persona de apellido Coronel para realizar una diligencia. Lo mataron y le robaron el sulky.
Los castenses Altuna, Coscia y el cabo Ortega, liderados por el comisario Icasatti, recibieron información que en la Estancia “Pavón”, del doctor Luis Mitre, se había refugiado uno de los presuntos asesinos del agente Herrera. Efectivamente, se había encerrado en la cremería de la estancia. Y ahí se desencadenó un prolongado tiroteo, donde finalmente murió Antonio “El Gallego” Moreno, y su cuerpo fue trasladado a General Pico. Este era sindicado como “el más temible” de los asaltantes.
Otros dos alquilaron un auto en General Pico, y antes de llegar a Trebolares asaltaron al conductor, le robaron dinero en efectivo, lo ataron a un árbol y se fugaron en su auto. Estos se fueron hacia la provincia de Buenos Aires y nunca fueron capturados.
Mientras que una comisión policial de General Pico encontró a dos asaltantes en el campo Las cuatro hermanas, y se desencadenó un “recio tiroteo” que duró más de 30 minutos, donde fue herido gravemente Miguel Ángel Montenegro y murió Jesús González.
Otro grupo de policías logró capturar a Miguel Masotti, apodado “El Tano”, en el camino que va de Mira Pampa a Agustoni.
“CANTÓ” EL ENTREGADOR
Las confesiones de Michele Massotti o Luis Monti, apodado El Tano, permitieron a la policía esclarecer el episodio y conocer las “audaces andanzas de la banda rosarina”. Y Angelino Coronel, que tenía una chacra en Dorila, confesó su responsabilidad como “entregador”, relatando que en su predio estuvieron hospedados los rosarinos, y ahí planearon el asalto a la estancia de Villa Mirasol. Además, reveló que había “recibido parte del botín” robado en el predio rural.
Incluso, el “entregador” detalló los preparativos, relató que post robo se separaron en grupos de dos personas y que asesinaron al policía Herrera.
Entre los rosarinos, dos murieron, dos fueron detenidos y dos se fugaron. El otro muerto fue el policía Herrera. Y el restante detenido fue el “entregador”.
La policía de Rosario informó que estos fueron los autores de “varios delitos” en esa provincia. Incluso, se supo que Jesús González mató a un bombero en el Hospital Carrasco y Antonio Moreno se fugó del Hospital de Rosario. Además, Moreno fue autor de un robo en el Cinematógrafo América de Rosario, donde fue asesinada en forma misteriosa una espectadora.
La policía rosarina también añadió los antecedentes de Miguel Angel Montenegro,compañero inseparable de Jesus Gonzalez y Antonio Moreno; y confirmó que antes de llegar a tierras pampas, habían asaltado al comerciante Luraschi en una localidad vecina a Rosario.
IDENTIDAD DE LOS ROSARINOS
La “temible banda de los rosarinos” que conmocionaron a los habitantes de este territorio estaba integrada por:
-Jesús “El Negro” González: murió en el tiroteo con la policía
-Miguel Angel “El Rosarino” o “El Negro” Montenegro fue herido en un tiroteo con la policía e internado “con rigurosa vigilancia” en el Hospital Centeno.
-Antonio “Don Luis” o “El Gallego” Moreno murió en un tironeo en la estancia Pavón de Luis Mitre.
-Miguel “Michelle” o “El Tano” Massoti o Luis Mni, fue detenido en Agustoni.
-Roberto Gordillo o Juan Pérez, apodado El Malevo o El Rubio, se fugó hacia la provincia de Buenos Aires, abandonó el auto robado al taxista piquense en el Meridiano Quinto.
-“Pibe Gómez”, de quien nunca se conoció su verdadero nombre, también se escapó a territorio bonaerense
(*) Archivo Radio DON