En la última década, el auge de las criptomonedas revolucionó el panorama financiero global, ofreciendo oportunidades sin precedentes para inversores y para aquellos que deciden incursionar en el mundo de las billeteras digitales. Sin embargo, este crecimiento exponencial también abrió la puerta a esquemas fraudulentos que buscan aprovecharse del entusiasmo y la falta de regulación en el sector.
Numerosos inversores, atraídos por las historias y promesas de rendimientos extraordinarios, cayeron en estafas que pusieron en duda la seguridad y fiabilidad de las inversiones digitales. Por ejemplo, uno de los casos más emblemáticos de fraude en el mundo de las criptomonedas involucró la creación de una moneda digital que prometía revolucionar el mercado y superar a los gigantes establecidos como Bitcoin.
A través de una estrategia de marketing agresiva y la creación de una red de promotores a nivel mundial, este nuevo proyecto logró captar la atención y el capital de millones de personas en distintos países. Sin embargo, detrás de esta fachada de innovación y éxito, se escondía un esquema Ponzi diseñado para estafar a los inversores.
La mente maestra detrás de esta operación logró evadir a las autoridades durante años, desapareciendo sin dejar rastro y dejando a sus víctimas en la incertidumbre. A pesar de los esfuerzos internacionales por localizarla y llevarla ante la justicia, su paradero sigue siendo un misterio, convirtiéndola en una de las fugitivas más buscadas a nivel mundial.
Qué se sabe de Ruja Ignatova
Ruja Ignatova, nacida en Bulgaria y con ciudadanía alemana, es la fundadora de OneCoin, una supuesta criptomoneda que operó entre 2014 y 2017. Educada en la Universidad de Oxford y con un doctorado en derecho, Ignatova usó su impresionante formación académica para ganar credibilidad y atraer inversores a su propuesta.
Ruja logró captar la atención de públicos enteros presentándose como una visionaria en el mundo de las finanzas digitales, prometiendo rendimientos extraordinarios, una competencia a las grandes empresas y una revolución en el sistema financiero global.
Sin embargo, las investigaciones revelaron que OneCoin carecía de una blockchain auténtica, lo que significa que las monedas no tenían un valor real y no podían ser consideradas como las criptomonedas legítimas. Al fin y al cabo, en octubre de 2017, Ignatova fue acusada en Nueva York por cargos de fraude electrónico, fraude de valores y lavado de dinero. Ese mismo mes, abordó un vuelo desde Sofía, Bulgaria, hacia Atenas, Grecia, y desde entonces su paradero es desconocido.
En junio de 2022, el FBI la incluyó en su lista de los diez fugitivos más buscados, ofreciendo inicialmente una recompensa de hasta 250 mil dólares por información que condujera a su arresto.
La gran estafa de la «reina de la criptomoneda»
Desde un principio, OneCoin se presentó como una criptomoneda revolucionaria, atrayendo a millones de inversores en todo el mundo con la promesa de altos rendimientos y una tecnología superior a la de Bitcoin. La empresa operaba a través de un esquema de marketing mundial, incentivando a los participantes a reclutar a nuevos inversores a cambio de comisiones.
De todas formas, a diferencia de las criptomonedas legítimas, OneCoin no tenía una tecnología que le permitiera registrar y compartir transacciones de forma digital pública y descentralizada, lo que significaba que las monedas no podían ser minadas ni tenían un valor real en el mercado.
Las autoridades estiman que, entre 2014 y 2017, OneCoin defraudó a inversores por un total de aproximadamente 4 mil millones de dólares. Mientras que varios de sus colaboradores fueron arrestados y condenados, incluyendo al hermano de Ruja, Konstantin Ignatov, y al cofundador Karl Greenwood, la creadora de todo esto logró evadir la captura.
En junio de 2024, el Departamento de Estado de los Estados Unidos aumentó la recompensa por información que conduzca a su arresto a 5 millones de dólares, reflejando la magnitud del fraude y la importancia de llevarla ante la justicia.
Qué pasó con Ruja Ignatova
Desde su desaparición en 2017, el paradero de Ruja Ignatova generó numerosas especulaciones y teorías. Algunos informes sugieren que podría haber cambiado su apariencia mediante cirugía plástica y estaría usando identidades falsas para evadir a las autoridades. Otros sugieren que la “reina de la criptomoneda” está muerta y fue asesinada por sus cómplices.
A su vez, investigaciones más recientes, publicadas en noviembre del año pasado, indican que la búsqueda se centraliza en la Ciudad del Cabo, Sudáfrica, donde se cree que podría estar escondida en una de las zonas residenciales más exclusivas del país. Estas áreas ya atrajeron a diversos criminales internacionales debido a su seguridad y privacidad, lo que las convierte en refugios ideales para fugitivos de alto perfil.
A pesar de los esfuerzos internacionales y del aumento en la recompensa por su captura, hasta la fecha, Ruja Ignatova sigue desaparecida. Su capacidad para eludir a las autoridades durante tantos años pone en cuestionamiento el funcionamiento de las entidades de seguridad a lo largo del mundo y demuestra las dificultades que estas enfrentan al tratar con criminales que operan en el ámbito digital y transnacional.