En Argentina, entre la recesión y la apertura a las importaciones devastaron al sector textil. La Fundación Pro Tejer reportó un panorama desolador para la industria textil: con menos de la mitad de la capacidad de producción activa y más del 90% de las empresas con caídas en ventas, las fábricas tuvieron que suspender o despedir a miles de empleados en el último año.
Actualmente, 6 de cada 10 máquinas están fuera de operación en las fábricas textiles, un retroceso significativo tras tres años de inversiones récord por más de 1.400 millones de dólares.
Los casos
La marca de alta costura Tramando del reconocido diseñador argentino Mariano Churba, tuvo que cerrar ante la apertura importadora. La otra que bajó la persiana fue Barpla de Río Grande.
La empresa textil Fabrisur dejó de producir en Tierra del Fuego, debido a dificultades relacionadas con la exportación de materia prima y la crisis de la industria textil.
Ofreció a sus trabajadores la opción de mudarse al continente o aceptar una indemnización.
Se perderían aproximadamente 94 puestos de trabajo directos.
Australtex está enfrentando problemas similares, con suspensiones debido a la falta de materia prima para exportar al continente.
Textilcom y AlpaCladd, empresas textiles que producen para marcas como Cheeky, Mimo, Yagmour y Penguin, despidieron a 300 trabajadores en mayo en las provincias de Catamarca y La Rioja, debido a la caída en la demanda y dificultades financieras.
Las marcas Vitamina y UMA, del Grupo Navilli, enfrentaban dificultades económicas e iban a cerrar sus locales si no encontraban un comprador.
Desde SETIA (Sindicato de Empleados Textiles de la Industria y Afines) advierten que esta situación es solo el comienzo y temen más cierres en el sector.
La bancarrota de Benetton
La icónica marca de ropa y calzado United Colors of Benetton enfrenta una situación de crisis que derivaría a una bancarrota, un hecho que ya era previsible debido a las pérdidas económicas que superan los 1.600 millones de euros en los últimos años.
Fundada en 1965 en Treviso, supo ser símbolo de diseño, sostenibilidad y campañas audaces bajo el lema «Todos los colores del mundo».
Durante décadas, fue un referente global de la moda accesible con identidad.
En Argentina, el grupo italiano Benetton había empezado a comprar tierras en Santa Cruz, Río Negro y Chubut en los años 90, y actualmente, con 900 mil hectáreas de campo, es el mayor propietario foráneo de tierras argentinas, a través de la empresa Compañía de Tierras Sud Argentino S.A.
Posee unas 260.000 cabezas de ganado ovino, que producen hasta 1.300.000 kilogramos de lana, que es enviado a Europa.
Ser el principal terrateniente de la Argentina no salvó al fundador Luciano Benetton de la debacle del grupo, que desapareció en dos años del puesto 75 que ocupaba entre las marcas más valiosas del mundo, según Interbrand.
La firma italiana, que dejó de cotizar en Bolsa en 2012, hoy forma parte del holding Edizione, manejado por la familia fundadora.
Benetton anunció su renuncia en mayo de 2024, denunciando una crisis financiera interna mucho más profunda de lo que parecía. Reveló que hay un «agujero de 100 millones de euros» en las cuentas y acusó directamente a la alta dirección por haberlo «traicionado».
Sus declaraciones dejaron al descubierto tensiones que venían gestándose hace tiempo dentro del grupo.
Sólo después de una fuerte insistencia de su hermano Gilberto decidió regresar en 2018, poco antes del fallecimiento, recordó tras anunciar su renuncia.
Su salida parece marcar el cierre definitivo de una etapa emblemática en la moda italiana a empresa sana, con una facturación de 2000 millones y un beneficio.
La competencia feroz
En tanto, Zara y H&M se consolidaban en los primeros puestos, marcando el ritmo de un mercado que exige velocidad, renovación constante y precios bajos.
Pero el retail sueco Hennes and Mauritz, más conocido por sus siglas H&M, también fue víctima de su propia especialidad de moda rápida y encaró un proceso de reestructuración que incluye el cierre de tiendas en España.
A pesar de haber sido una de las más populares en el país, la marca sueca anunció el cierre de 28 tiendas en España, afectando a más de 500 empleados.
Entre ellas destacan los establecimientos en los centros comerciales L’Aljub (Elche), Ociopía (Orihuela) y Habaneras (Torrevieja), que cesaron sus operaciones entre mayo de 2024 y marzo de 2025, afectando a alrededor de 50 empleados en la provincia de Alicante.
En Cataluña, se cerraron tiendas en Viladecans, Badalona y Girona, impactando a unos 60 trabajadores.
Otras ciudades afectadas incluyen León, Ponferrada, Vigo, Salamanca, Almería y Madrid, donde se clausuraron tiendas en centros comerciales como Espacio León, El Rosal, Gran Vía y Torrelodones.