El violento asalto cometido en la estancia La Chapela, de Carlota W. de Brown, en octubre de 1935 fue protagonizado por una banda de “peligrosos” rosarinos, que arribaron a estas tierras después de cometer violentos robos en Santa Fe. El hecho desencadenó en tres muertos –dos asaltantes y un policía-, hubo detenidos –dos asaltantes y el entregador- y dos prófugos. La noticia causó tanto asombro que fue publicada por diarios de Buenos Aires, pero lo más increíble fue que en Eduardo Castex se hizo una “gala agasajo” en el desaparecido Teatro Cervantes, donde se entregó una medalla de oro al comisario Emilio Icasatti porque abatió a uno de los ladrones.
REPERCUSIONES Y TELEGRAMA
Los diarios de la época destacaron que la policía castense, dirigida por el comisario Icasatti, y acompañado por Altuna, Coscia y el cabo Ortega tuvo “una destacadísima actuación” porque consiguió “dar muerte al mas temible de los delicuentes” en la estanacia del doctor Luis Mitre.
EL entonces Jefe de Policía, José Marcos Carioni, envio un telegrama con felicitaciones al comisario inspector de a Zona Norte, con sede en General Pico, Manuel Quijano.
“Sabiendo lo que en la funciones policiales significa el estímulo y apoyo confortante y explicito del mérito, y del esfuerzo, sirvase felicitar en mi nombre al personal superior y subalterno de ese departamento, las comisiones (encabezadas por) Icassati y Sicher y personal a sus ordenes qe actuaron en los recientes sucesos ocurrids con motivo de los asaltos, robos y homicidio en General Pico, Villa Mirasol y Dorila, donde todos actuaron con abnegación, arrojo y sacrificio, revelando una vez más al pueblo de La Pampa que puede tener confianza en su policia”, destacó el texto.
La noticia del violento asalto cometido por la “banda rosarina” en estas tierras llegó a Buenos Aires. El diario La Nación, en aquella época de la familia Mitre, elogió la actuación policial.
“Bandoleros temibles, profugos de Rosario, invadieron –días pasados- varias localidades de La Pampa, cometiendo crimenes y depredaciones graves”, publicó el diario porteño.
Resaltaron que “las habitualmente tranquilas poblaciones” viviveron bajo la impresión del terror que las incursiones de semejante elemento debía causar en gente desprevenida, cuya existencia de labor se desarrolla, por fortuna libre de este genero de inquietud.
La crónica difundió que los vecinos asaltados avisaron a la policía, pero con el transcurrir de las horas “aumentó la alarma” porque los asaltantes “mataron a un policía”. Estimaron que los rosarios “creyeron que las policias locales carecían de los medios necesarios para apresar a los peligrosos delicuentes”
El personal policial de varias localidades “logró detener a la mayoría de los asaltantes, dando muerte a uno, el más temerario, que presentó lucha atrincherado en una habitación”, difundieron en el periodo conservador.
“Toda la población elogia sin reservas la excelente conducta de los funcionarios y los recomienda a la consideración del gobierno. En La Pampa hay empleado policiales con cabal conciencia de sus obligaciones, dispuestos a jugar sus vidas, si es preciso, en beneficio de la tranquilidad y el orden público, que les está encomendado guardar en cualquier circunstancia”, publicó tribuna de doctrina.
MEDALLA DE ORO
En Eduardo Castex, se organizó –el 9 de noviembre de 1935- una velada en el Teatro Cervantes como “demostración de honor” al comisario Emilio Icasatti. Y las crónicas de la época, destacaron que las comisiones organizadoras trabajaron activamente para darle al acto “el mayor brillo posible”.
Icasatti encabezó la delegación policial que se tiroteó y mató al rosarino Antonio “El Gallego” Moreno en la cremería de la Estancia Pavón del doctor Luis Mitre. Y este era sindicado como “el más temible” de los asaltantes.
En el acto, los castenses quisieron “testimoniar al distinguido funcionario, no solamente la satisfacción con que se ha visto su destacada participación en los sucesos desarrollados –el pasado mes- con motivo del asalto a la estancia La Chapela, sino también expresarle el aprecio y simpatía a que se ha hecho acreedor por su correcta actuacion al frente de la policia departamental”.
El acto consistió en un “banquete y baile” con atención del servicio Nervi y actuación de la Orquesta Vázquez, donde incluso se resolvió “habilitar la amplia platea del Teatro Cervantes” por la destacada asistencia. E incluso, invitaron al Jefe de Policia, don José Marcos Carioni.
Lo más extraño, durante el desarrolló del acto Roberto Ferraro le entregó una medalla de oro “como recuerdo”, ante el aplauso de más de 100 personas y delegaciones de los pueblos del departamento y su zona.
EL HECHO
En la primera nota relatamos que la “banda rosarina” arribó a estas tierras en un “voiturette” Pontiac de lujo que habían robado en Rosario, y sorprendieron al puestero Joaquín Elpira, su esposa Damiana Rubio y su hija Balbina, para maniatarlos y llevarse dinero en efectivo, numerosas alhajas y “varios efectos”, publicó el seminario La Voz del Norte.
Los asaltantes actuaron con información aportada por el “entregador” Angelino Coronel, quien tenía una chacra en Dorila, y confesó su responsabilidad. Además, admitió que los mantuvo hospedados mientras planearon el robo, y que recibió “parte del botín” robado.
Los asaltantes cuando se retiraron de la estancia, en cercanías de Metileo tuvieron un desperfecto mecanico que los obligo a abandonar el rodado, y continuaron caminando en grupos de dos personas para dificultar el trabajo de la policía.
Dos fueron caminando hacia Dorila, donde se encontraron con el policía Reynero Herrera, quien se dirigía a la chacra de una persona de apellido Coronel. Lo mataron y le robaron el sulky. Otro se encerró en una cremería de la Estancia Pavón, del doctor Luis Mitre, donde mantuvo un “prolongado tiroteo” con la comisión policial castense conformada por Altuna, Coscia y el cabo Ortega y liderados por el comisario Icasatti. Acá murió Antonio “El Gallego” Moreno, y su cuerpo fue trasladado a General Pico. Este era sindicado como “el más temible” de los asaltantes.
Otros dos alquilaron un auto en General Pico, y antes de llegar a Trebolares asaltaron al conductor, le robaron dinero en efectivo, lo ataron a un árbol y se fugaron en su auto. Estos se fueron hacia la provincia de Buenos Aires y nunca fueron capturados.
Mientras que una comisión policial de General Pico encontró a dos asaltantes en el campo Las cuatro hermanas, y se desencadenó un “recio tiroteo” que duró más de 30 minutos, donde fue herido gravemente Miguel Ángel Montenegro y murió Jesús González.
Otro grupo de policías logró capturar a Miguel Masotti, apodado “El Tano”, en el camino que va de Mira Pampa a Agustoni.