Cuando todo parecía indicar que Marcela Coli iba a ser la candidata del radicalismo pampeano en las elecciones legislativas de octubre, y de esta manera intentar la reelección, la actual legisladora se bajó. «Voy a volver a casa», aseguró.
La veinticinqueña «tenía todos los números» para ser la elegida para representar a la UCR, según anticipaban el viernes por la noche desde el partido centenario a la espera de la definición que se iba a tomar el lunes. Sin embargo, la propia Coli decidió compartir su decisión a través de sus redes sociales.
«Quiero contarles algo que decidí y hoy elijo compartir públicamente: no voy a ser candidata en las próximas elecciones legislativas. El 9 de diciembre, cuando termine mi mandato, voy a volver a casa. Me espera una etapa distinta, que quiero disfrutar al máximo, rodeada de mi familia, de mi nieto, de los amigos de siempre y de mi querido 25 de Mayo», sostuvo.
En un extenso mensaje, señaló que «durante estos casi cuatro años dejé todo. Me preparé, estudié cada tema que llegó al Congreso, debatí con firmeza y con una línea clara, siempre fiel a lo que pienso y a los valores de la Unión Cívica Radical, que nunca dejé de levantar ni por un segundo. Por eso, no voy a aceptar una candidatura con condicionamientos a una forma de actuar que no condice con los principios que he tenido».
«Defendí con convicción cada una de nuestras banderas: la universidad pública, gratuita y de calidad; el derecho a la salud y al sostenimiento de instituciones como el Hospital Garrahan; la dignidad de nuestros jubilados; la educación como motor del progreso; la república, la división de poderes y el federalismo. Cada una de esas causas me encontró dando pelea, con la mirada puesta en el bien común, en el futuro de nuestro país y defendiendo La Pampa», destacó.
La primera mujer.
Coli resaltó que «fue un orgullo enorme ser la primera mujer radical de la provincia en ocupar una banca en el Congreso Nacional. Un paso que dimos juntas y juntos, abriendo caminos para que muchas más mujeres del interior se animen a participar y a alzar la voz».
Agradeció «profundamente a mi equipo de trabajo, que estuvo siempre al pie del cañón. Juntos hicimos de mi despacho una gran familia, y estuvimos cerca de cada pampeano que necesitó una mano o un trámite en Buenos Aires. Esa cercanía, ese compromiso, es lo que más me llevo. También quiero agradecer de corazón a los pampeanos y pampeanas por el acompañamiento y la confianza. Siempre sentí su apoyo, su palabra de aliento y su empuje».
También le dedicó unas palabras a «quienes me acompañaron en cada paso: amigas y amigos incondicionales, intendentes con quienes estuvimos siempre conectados pensando en nuestra provincia, y a los militantes radicales que con compromiso, convicción y esfuerzo sostienen nuestras ideas en cada rincón del país».
Paso al costado.
La actual diputada remarcó que siente que «es tiempo de dar un paso al costado y hacer lugar a nuevos cuadros políticos, a otras voces, a nuevas miradas. La renovación es necesaria y saludable para que nuestro partido y la política en general sigan creciendo, con fuerza y con futuro».
«Espero sinceramente que las autoridades partidarias estén a la altura del momento que vivimos. La Unión Cívica Radical debe mantener la banca en la Cámara de Diputados, para seguir defendiendo con firmeza nuestros valores, sin arrodillarse ante intereses personales ni ante el oficialismo nacional. El Congreso necesita voces claras, firmes y comprometidas con la democracia, la libertad y la república».
«Voy a seguir estando, recorriendo los pueblos, escuchando, como lo hice siempre, porque esa forma de hacer política, cara a cara, es la que me representa y la que elijo. Y, por supuesto, gracias a mi familia. Venir del interior del interior no es fácil: implica sacrificios, distancias, esfuerzos que muchas veces no se ven. Pero gracias a su apoyo incondicional, siempre tuve la fuerza para seguir adelante. Voy a terminar mi mandato con la tranquilidad de haber dado lo mejor de mí, y con el corazón lleno de gratitud», concluyó.