“Valen” es el niño pampeano que se viralizó la semana pasada, después de atravesar una operación, finalizar el tratamiento de quimioterapia en el Hospital Garraham y desfilar por los pasillos del centro de alta complejidad pediátrica acompañado por sus médicos, enfermeros y familiares con camisetas y banderas de River Plate. El niño trenelense confesó que su sueño era conocer al arquero Franco Armani. Y lo cumplió con creces.
«Valen» es oriundo de Trenel y tiene 10 años. Le diagnosticaron cáncer en el cerebelo, y toda su familia tuvo un vuelco total de su vida.
El arquerito trenelense es fanatico de Armani, y como sus padres – Sebastián y Julieta- simpatizante del club de Nuñez.
En las últimas horas, el niño pampeano no solo cumplió su sueño, sino que vivió algo que jamás olvidará.
«Nos llamaron desde Relaciones Públicas de River para que este domingo vayamos a ver el partido contra San Martín de San Juan», relató su papá. Y definió como «maravillosa» la experiencia.
La familia miró el partido desde la Platea San Martín Medio, y después fueron invitados al vestuario del plantel riverplatense.
«Nos invitaron al vestuario del club, un lugar sagrado, donde no entran periodistas, ni fotógrafos: entramos y pudimos encontrarnos con nuestros ídolos. No solo Valen pudo conocer a Armani, que era su sueño, sino también a Enzo Pérez, el Pity Martínez, el entrenador Marcelo Gallardo, y jugadores históricos como Enzo Francescoli y Leo Ponzio», relató el padre. «Quedamos impactados, no podíamos creer lo que estábamos viviendo», ponderó.
Sebastián y su hijo saludaron uno por uno a los jugadores y hasta recibieron muchos regalos. «Armani le regaló los guantes, Enzo Pérez y el Pity Martínez la camiseta y Montiel el pantalón», afirmó.
No obstante, seguirían las sorpresas para el niño. “Estuvimos un ratito afuera, y volvieron a llamarlo, pero esta vez solo a él: era Gallardo que lo invitó a su oficina de trabajo donde pudo estar con el DT, ver las pizarras, cómo hacían los videos, fue de no creer», sostuvo.
Valentín se retiró de esa oficina con la sonrisa más grande que nunca y un recuerdo que jamás olvidará. Su historia de vida tiene los condimentos propios de una ficción con un final más que feliz. Superó la barrera más difícil, y transformó toda esa oscuridad en una luz que brillará para siempre.