Más de un millón doscientas mil personas se volcaron a las calles, marcando un récord histórico, para acceder de forma libre y gratuita a los más de 300 espacios que integraron La Noche de los Museos, según estimaciones del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA).
La 21° edición de La Noche de los Museos en Buenos Aires se consolidó como el mayor encuentro cultural del año y puso en valor la diversidad del patrimonio porteño y nacional. Más allá de la multitud récord, el foco estuvo en la riqueza de las actividades especiales, los talleres y los recorridos inmersivos ofrecidos por los espacios participantes.
El fenómeno de La Noche de los Museos reside en la posibilidad de acceder a un menú cultural vasto y segmentado en un solo evento. La masiva concurrencia se distribuyó a lo largo de los distintos barrios gracias a una programación que invitó a explorar desde los grandes emblemas hasta los tesoros barriales.

Actividades y ofertas destacadas en los Grandes Museos
Los museos nacionales y de la ciudad desplegaron una artillería de propuestas diseñadas para cautivar a públicos diversos:
Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA): Además de sus colecciones permanentes, el Bellas Artes ofreció visitas guiadas temáticas, como “Quinquela Martín para chicos” para familias, y un recorrido por las obras de Pedro Figari de las vanguardias rioplatenses. Su apuesta temporal se centró en la muestra conmemorativa «Carlos Gorriarena. Retrato de un momento», que celebra el centenario del artista.
Centro Cultural Recoleta (CCR): Además de la inauguración de la impactante «Torre de Pisa de Spaghettis» de Marta Minujín, el CCR abrió todas sus salas con exposiciones de arte contemporáneo como «Espacio Temporal. Homenaje a Narcisa Hirsch» y «César Aira: medio siglo de literatura», asegurando una inmersión en la producción artística actual.
Usina del Arte (La Boca): La Usina combinó lo patrimonial y lo performático. Las visitas guiadas “Entre el sonido y el tiempo” permitieron recorrer el edificio, recordando su pasado fabril. Además, el público infantil disfrutó de talleres creativos como “Fiesta de máscara” y el «Laboratorio Concreto-Invención», estimulando la creación inspirada en el arte de vanguardia.
Museo Nacional de Arte Oriental (MNAO): El MNAO propuso un acercamiento interactivo a culturas milenarias con actividades especiales: juegos tradicionales coreanos (Yunnori, Trompos, Omok) en el marco de la exhibición «Un lugar para quedarse», y un espacio participativo donde los visitantes podían sumarse a la muestra con su propia fotografía.
La antropología y la historia, más cerca del público
Otros espacios de gran valor histórico y antropológico también ofrecieron agendas especiales que invitaron a la reflexión:
Museo Etnográfico Juan B. Ambrosetti: Este museo dependiente de la UBA llevó al público por un caleidoscopio de visitas guiadas, música y danzas. Se destacaron las charlas sobre «África a través de las colecciones» y los relatos de cuentos egipcios en la madrugada. Las familias pudieron participar en la búsqueda del tesoro “Bicherío” y la producción de títeres.
Gran Logia de la Argentina de Libres y Aceptados Masones (Montserrat): La apertura de sus puertas fue un evento en sí mismo. La institución ofreció la visita a su sede histórica y exhibió por primera vez archivos desclasificados que documentan la filiación masónica de figuras como Raúl Alfonsín y Juan Domingo Perón, conectando la historia cultural con el debate político actual.
Torre Monumental (Retiro): Más allá de su valor arquitectónico, el edificio se convirtió en un mirador privilegiado y ofreció un taller de estampado para que los visitantes crearan sus propias remeras con sellos inspirados en la silueta de la torre, combinando diseño y patrimonio.
La posibilidad de recorrer barrios lejanos al circuito habitual, como Boedo con el Museo Monte de Piedad del Banco Ciudad, o Saavedra con el Museo Histórico Brigadier General Cornelio de Saavedra, fue facilitada por el transporte gratuito (Subte y Bici), que incentivó el movimiento de los más de 1.200.000 participantes.
En resumen, la 21° edición fue una demostración de la madurez del evento, donde la cantidad de asistentes se vio igualada por la calidad y diversidad de una programación diseñada para educar, entretener e invitar a la participación activa en el universo de la cultura.
El espectáculo de apertura en Recoleta
El pistoletazo inicial se dio al atardecer en el Centro Cultural Recoleta, de la mano de la gran artista pop argentina Marta Minujín. La multitud se congregó impaciente, con los celulares apuntando a la terraza para ver a la artista, que deslumbró con su energía característica.
Minujín inauguró su impactante obra «Torre de Pisa de Spaghettis», de casi 20 metros de altura y completamente recubierta por más de 14 mil paquetes de fideos. La artista agradeció al público por apoyar la cultura y adelantó detalles de su próxima obra, “La Catedral del pensamiento vacío”.
En la apertura, el Jefe de Gobierno, Jorge Macri, destacó el alcance mundial de Minujín y anunció la intención de que la artista tenga una obra permanente de gran escala en los parques de la ciudad. Por su parte, la ministra de Cultura, Gabriela Ricardes, celebró la «vuelta de sus obras monumentales a los espacios públicos», resaltando el espíritu de acuerdo que genera la cultura.
Circuitos imperdibles en la geografía porteña
Si bien el Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA) y el Malba volvieron a generar filas kilométricas en sus sedes de Palermo y Recoleta, con propuestas como el homenaje a Carlos Gorriarena en el primero, el público se dispersó en una vasta red de circuitos temáticos:
El sur histórico y la vanguardia
La Boca y San Telmo: El barrio del Riachuelo vibró con la Usina del Arte, que ofreció una proyección inmersiva «El Palacio de la Luz», un patio gastronómico y música en vivo. Muy cerca, Colón Fábrica mostró el detrás de escena del Teatro Colón. En San Telmo, el Museo Moderno (MAMBA) y el MACBA abrieron sus puertas, y la zona se reforzó con el Museo Histórico Nacional.
Parque Patricios: El Museo Monte de Piedad del Banco Ciudad en Boedo se sumó al circuito con su historia económica y muestras fotográficas, mientras que la Biblioteca del Congreso de la Nación y el Cabildo ofrecieron una inmersión en la memoria argentina en Montserrat.
Tradición y novedad en el centro ampliado
Avenida de Mayo y Microcentro: La recién reabierta Casa de la Cultura (ex diario La Prensa), joya arquitectónica de gran valor patrimonial, fue un punto de encuentro con conciertos y una performance de fileteado en vivo. El Museo del Mate, una novedad de la edición, exhibió su colección de más de 2600 piezas sobre la infusión nacional.
Recorridos Urbanos y Monumentales: La Torre Monumental (ex de los Ingleses) se habilitó hasta la 1:30 de la madrugada para disfrutar de una vista privilegiada de la ciudad, ofreciendo además un taller de estampado con sellos inspirados en el edificio. El Congreso de la Nación Argentina abrió sus cámaras y salones a los visitantes, y las cocheras de la Línea A se unieron a la fiesta con viajes en los históricos coches de La Brugeoise.
Ciencia, Tecnología y Educación
Palermo: El Planetario Galileo Galilei ofreció proyecciones sobre Marte cada 20 minutos, además de jazz en vivo y un mapping sobre su cúpula.
Museos Universitarios: Instituciones de la UBA, como la Facultad de Derecho y la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, se sumaron con sus propios espacios de exhibición y actividades.
Las Escuelas: La participación de 44 escuelas públicas y privadas, como el Colegio Mariano Moreno y las Escuelas Normales, permitió al público descubrir el acervo histórico y pedagógico de la educación porteña en horarios inusuales.
Finalmente, la apertura de archivos de la Gran Logia de la Argentina de Libres y Aceptados Masones generó gran interés, al revelar la filiación masónica de figuras históricas como Raúl Alfonsín y Juan Domingo Perón, en un esfuerzo por «cerrar la grieta», tal como lo manifestó el Gran Maestre, Pablo Lázaro.
La Noche de los Museos se reafirma como el evento cultural más convocante del año, celebrando la diversidad de la capital y dejando en cada uno de los más de 1.200.000 participantes el recuerdo de una ciudad que se vive de forma colectiva, curiosa y entusiasta.
















