El jurado de enjuiciamiento del fiscal general Alejandro Sebastián Mendiara se reunió hoy, en el Superior Tribunal de Justicia, para examinar las pruebas producidas por las partes y analizar cuándo puede cumplirse con una declaración testimonial que aún está pendiente.
La reunión se desarrolló en el Salón de Acuerdos y estuvo encabezada por el presidente del cuerpo, y titular del STJ, Eduardo Fernández Mendía. También asistieron los otros integrantes del jury, las diputadas Silvia Larreta y Andrea Valderrama; los abogados de la matrícula Cristian Sebastián Zaikoski, de Bernasconi, y Federico Lamelo, de Santa Rosa; y la secretaria Andrea Mok.
Durante el encuentro se analizaron las pruebas que produjeron tanto la acusación –ejercida por la Procuración General, a cargo de Mario Bongianino– como la defensa de Mendiara, ejercida por el abogado Rodrigo Villa y la abogada Seila Domínguez Ardohain. Fundamentalmente se trató de informes y documentación diversa y además se evaluó cuando podrá recibirse la declaración testimonial que resta.
Mendiara, quien se desempeña como fiscal general de la Tercera Circunscripción Judicial con sede en General Acha, afronta tres denuncias que fueron presentadas y ratificadas por el propio STJ, integrantes del bloque Frente Justicialista Pampeano y miembros de los bloques Unión Cívica Radical, PRO-MID y Comunidad Organizada.
La imputación se basa en la causal de desorden de conducta, prevista en el artículo 21, inciso 2°, de la ley 313 de Jurado de Enjuiciamiento, y la acusación de la Procuración apunta a tres hechos específicos, uno en Victorica y dos en General Acha.
El de Victorica ocurrió una madrugada a la salida de un boliche, cuando –siempre de acuerdo a la acusación– «en un aparente estado de ebriedad, por trastabillar al caminar y balbucear en su habla», Mendiara mantuvo un diálogo con dos policías donde mostró «una conducta errática; observándose que de manera desafiante y haciendo uso y abuso del cargo que detenta, se dirigió a ellos con tonos intimidatorios y provocadores».
El segundo episodio se produjo una noche, en una canchita de fútbol en General Acha, cuando «Mendiara se interpuso, y de manera ofuscada, agarró del cuello» a un menor de 15 años y «le dio una cachetada en el rostro, diciéndole ‘calmate boludo, córtenla porque vamos a terminar mal'». Ello ocurrió al concluir un partido en el que participaron otro menor y un hijo del fiscal general.
El último hecho de la acusación también sucedió en esa ciudad: un secretario recibió, de parte de Mendiara, «tratos despectivos, vulgares, insultos y manifestaciones verbales descalificatorias, que se extendieron inclusive a su familia». …» A raíz de eso, al funcionario se le concedió «licencia por enfermedad» (carpeta psicológica).
