Este 1 de abril se cumplen 68 años del inicio de las actividades del Poder Judicial de La Pampa, según se estableciera a través de la acordada N° 8 del 25 de marzo de 1954. Seis meses antes, en septiembre de 1953, al año siguiente de que La Pampa fuera declarada provincia, el gobernador Salvador Ananía elevó el proyecto de ley para que se aprobara la estructura y organización de la Justicia pampeana, teniendo como base la Constitución provincial que había sido sancionada recientemente.
Una vez sancionada la ley provincial N° 21, Orgánica del Poder Judicial, y publicada en el Boletín Oficial en octubre de 1953, comenzó la tarea de poner en marcha la actividad jurisdiccional. Así, a través de la acordada 8, se dispuso su comienzo para el 1 de abril de 1954 y, asimismo, se organizó «el funcionamiento de las distintas dependencias», se fijaron los horarios de Tribunales y se «procedió a la confección del reglamento» interno, expresaba aquel texto
Ese documento originario fue firmado por el primer Superior Tribunal de Justicia, conformado por el presidente Rafael Quintana, y los ministros César Alberto Rodríguez, Manuel Eduardo Obarrio, José Guillermo Ordoñez y Atilio José Palacios. También estuvo presente en ese encuentro el procurador general, Agustín Nores Martínez.
Atento a lo ocurrido en estos 68 años, el presidente del Superior Tribunal de Justicia, Hugo Oscar Díaz, sostuvo que «desde un primer momento, el Poder Judicial de La Pampa fue pionero en muchas cosas. De hecho, fue uno de los primeros en el país en implementar el juicio oral y público en el sistema penal. Por eso hoy intentamos seguir ese camino, avanzando en la digitalización como la herramienta eficaz para reducir sustancialmente los tiempos de los procesos; no solo en los expedientes civiles y penales, sino también en las áreas administrativas y últimamente con la realización de subastas electrónicas. Esa demanda que requiere la sociedad, con respecto al mejoramiento del accionar de la justicia y el acceso a justicia, es el rumbo que nos hemos trazado», indicó el presidente del STJ, Hugo Oscar Díaz.
El primer juicio público en 1966.
En sus inicios el Poder Judicial estuvo integrado por el STJ, la Procuraduría General, una Habilitación y dos Juzgados en lo Civil, Comercial, Laboral y Penal –dividido cada uno en tres secretarías, con sus respectivos fiscales y defensores–. Todas esas dependencias funcionaban en Santa Rosa; mientras que en General Pico había un solo juzgado.
En la década siguiente, desde el gobierno provincial se dispuso la contratación de especialistas para la redacción de los Códigos Procesal Penal y Civil y Comercial; siendo La Pampa uno de los distritos pioneros en la implementación del procedimiento oral en el fuero penal. De hecho, el primer juicio oral y público se desarrolló el 28 de abril de 1966 en la entonces Dirección Provincial de Cultura, ubicada en Hipólito Yrigoyen 160, en Santa Rosa.
Con él se puso en marcha la Cámara en lo Criminal. Su presidente era José Carlos Ricci, sus vocales, Santiago Eduardo Lozada y Julio César Noya, y el secretario Efrén Álvarez. Ese primer debate se dio en la causa 21/66, caratulada «Provoste, Gilverto Segundo s/lesiones graves calificadas», e intervinieron Carmen Elena Inchaurraga como fiscala y Ciro Lisandro Ongaro como defensor.
¿Quiénes fueron los magistrados y funcionarios que formaron parte del Poder Judicial en ese momento inaugural? Los jueces Juan Carlos González, Héctor Domingo Argañaraz, Carlos Osvaldo Vélez; los fiscales Ramón Turnes y Alejandro Alberto Godoy; los defensores Fernando David García y Leopoldo López Becerra; los secretarios del STJ, Isidro Segurado, Luis María Funes y Julio Novillo Corvalán; el secretario de la Procuración, Carlos Alberto Torres; y los secretarios de los juzgados, Luis Enrique Zucca, Efrén Alvarez, Carlos Horacio Luparia, Leonardo Gatto Cáceres, Raúl Alonso, Daniel Ricardo Greco, Leda María Martínez, y Manuel López Villar.
La nómina de empleados en 1954 estaba compuesta por Isabel Rosa Alegre, Luciano Aguirre, Alberto Audisio, Daniel Baruta, Raúl Cuñado, Raúl Cetra, Pablo Capellán, Pedro Rubén Escudero, María Elena Fernández, Enigma Fornillo de Montepaone, Carlos Fourcade, Martha Gazia, Domingo Casimiro Gallego, José Giménez, Victorio Garello, Manuel Ledesma, Rodolfo Mina, Estela Méndez Montenegro, Elena Motolese de Fourcade, Donato Mecca, Mario Macagno, Luis Neveu, Agustín Penengo, Petit Beatriz Pérez, Alfonso Rubén Rodríguez, Rubén Rafael Rubio, Inés Sevillano, Juan Suárez Cepeda, Hipólito Valencia Diego Antonio Vidal y María Elena Zubielqui.
A ellos hay que agregarles a Florentino Anocíbar, Benedicto Alcaraz, Héctor Evaristo Botto, Samuel Bayarsky, Olga Nélida Cornejo de Allende, Ángel Cetra, Jacinto Emilio, Alfredo Errecalte, Ana Luisa Farías de Argañaraz, Inés Frades, Florentino Felipe González, Elba García, Sara Gómez de Torres, Edgardo Gerlero, Basilio González, Lydia Maraschini de Martín, Alfredo Fructuoso Miro, Paula Martín, Jorge Walter Martínez Almudévar, Ramón Mugarza, Rolando Nevares, Manuel Alfredo Pérez Oneto, Judit Pérez, Rodolfo Pedrazzi, Horacio Rodríguez, Victorino Rodríguez, Julio Sampietro, Roberto Raúl Torti, Eve Alicia Vallerga, Ismael Urruti y Francisco Prudencio Zarelli.