domingo 1, diciembre, 2024, Eduardo Castex, La Pampa

The Guardian: «La soberanía británica sobre las Malvinas es una absurda resaca imperial que debe terminar»

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El periodista Simon Jenkins considera un sinsentido que Gran Bretaña gaste más de 60 millones de libras esterlinas al año en defensa militar para las islas. «Si los políticos de Londres no tienen las agallas para buscar un trato con Buenos Aires, quizás los isleños deberían enfrentar el futuro y buscar uno para ellos», lanzó.





El diario inglés The Guardian publicó una nota en la que se plentea que la soberanía británica sobre las Malvinas es «una absurda resaca imperial que debe terminar» y en la que se asegura que «el sentido común exige» un acuerdo con la Argentina a cuarenta años del conflicto bélico.

«La soberanía británica sobre las Malvinas es una absurda resaca imperial que debe terminar. A cuarenta años de la guerra en el Atlántico Sur, el sentido común exige un arreglo negociado con Argentina», comienza el texto firmado por el periodista de su staff, Simon Jenkins, a cinco días del último aniversario de la Guerra de Malvinas.

El texto recuerda que un año antes de la guerra, «se estaban llevando a cabo negociaciones en Nueva York, con el objetivo de asegurar el autogobierno de las islas bajo un contrato de arrendamiento a largo plazo de Argentina» y señala: «Si hubieran tenido éxito, podría haber evitado la guerra, resuelto una disputa imperial arcaica y traído a los isleños la paz con sus vecinos».

Sin embargo, «las conversaciones encontraron oposición tanto en las islas como en las bancas conservadores de Londres» y el régimen militar que gobernaba en Argentina «tomó las islas por la fuerza».

«La guerra le costó a Gran Bretaña alrededor de 2.800 millones de libras esterlinas (9.500 millones de libras esterlinas en valor actual) y la defensa de las islas cuesta más de 60 millones de libras esterlinas al año. En 2012 se estimó que los contribuyentes británicos pagaron más de 20.000 libras esterlinas por isleño solo para la defensa, y aproximadamente un tercio de la población trabajaba para el gobierno», detalló la nota.

En ese sentido, afirmó: «En ningún momento de esta saga hubo alguna señal desde Londres de que Gran Bretaña estuviera desesperada por aferrarse a las Malvinas. El costo fue enorme y la disputa estaba arruinando las relaciones con una América del Sur, entonces resurgente».

Y destacó que «después de la guerra, la ONU ordenó en noviembre de 1982 que se reanudaran las conversaciones sobre «descolonización» en Nueva York», aunque «no lo hicieron y no lo han hecho durante 40 años».

En línea con eso, la nota retomó una entrevista hecha la semana pasada al canciller argentino, Santiago Cafiero, para ese mismo medio donde expresó que Gran Bretaña «había estado negociando la soberanía de las Malvinas durante 16 años antes de la guerra y, ahora, 40 años después, ambos países se comportaban «como si el conflicto hubiera sido ayer»».

«¿No podría Gran Bretaña superar la hostilidad? ¿No podrían los dos países, ambos ahora democracias, volver al menos a los acuerdos de comunicación de las Malvinas de la década de 1970?», se preguntó

Para finalizar, marcó: «La forma en que Londres plantea el tema de la autodeterminación es una especie de pista falsa. Los isleños no son autónomos, ya que dependen de la buena voluntad de Gran Bretaña para su seguridad. Gran Bretaña se deshizo efectivamente de Adén, Diego García y Hong Kong cuando convenía al interés nacional».

«Es sentido común. Más de 60 millones de libras esterlinas al año en defensa militar para las islas no lo es. Si los políticos de Londres no tienen las agallas para buscar un trato con Buenos Aires, quizás los isleños deberían enfrentar el futuro y buscar uno para ellos», concluyó.

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