Durante el paro de los transportistas se alcanzaron ribetes violentos, dado que durante la noche del miércoles, “dos o tres jóvenes” abrieron las boquillas de los camiones y acoplados estacionados frente a un acopio y en el estacionamiento de una firma privada de Eduardo Castex. “En total le abrieron las boquillas a cuatro camiones, y derramaron casi 10 mil kilogramos cada uno, un poco más o menos, porque fueron visualizados por un vecino que justo pasaba por esa zona, y los corrió pero no los pudo alcanzar, pero los tienen identificados”, indicaron fuentes consultadas.
El ataque a los cuatro camiones se produjo, después de las 20 horas del miércoles, en la playa de estacionamiento ubicada frente al acopio de ACA, y a pocos metros donde tiene una planta de silos una empresa privada local. “Abrieron las boquillas de los camiones que estaban cargados con soja y maíz”, detalló un interlocutor. “Se desparramaron miles de kilos de cada camión, pero no alcanzó a caer más carga porque justo pasó un dueño de camiones que los vio y los persiguió, pero no los alcanzó”, narraron.
“Es obvio que se sospecha desde donde viene el ataque, pero nadie va a decir nada”, arriesgaron –acertadamente- algunos interlocutores. En la comisaría local confirmaron la versión, porque revelaron que un patrullero concurrió para interiorizarse de los hechos “ni bien tomamos conocimiento”, pero “nadie quiso radicar la denuncia, ni decir nada”, confirmaron.
CONCENTRACIONES
Anoche finalmente se destrabaron las negociaciones y Fetra levantó el paro de los transportistas de cereales, tras alcanzar una mejora escalonada en las tarifas de los fletes.
En La Pampa hubo concentraciones de camioneros en General Pico y otras localidades norteñas, donde reclamaron un incremento en las tarifas y el abastecimiento del gasoil con el precio de pizarra.
La medida de fuerza –que comenzó el lunes- alcanzó a los transportes de cereal, y los camiones que trasladaban otras cargas se los demoraba algunos minutos y después les permitía continuar su recorrido.