El Gobierno tiene decidido adelantar las cuotas de aumento del sueldo mínimo de modo tal de acelerar el impacto de bolsillo del 45% acordado en marzo último, mientras analiza una convocatoria exprés del Consejo del Salario para estirar el ajuste anual hasta un valor más cercano al 60 por ciento de cierre de las últimas paritarias.
Del acuerdo de marzo se ejecutó hasta ahora el primer aumento de 18% y restan hasta fin de año tres tramos más por un total de 27 por ciento. La definición se precipitó luego de que Máximo Kirchner presentara un proyecto de ley para agilizar los tramos del salario mínimo con adhesiones de ese sector del oficialismo, en crisis con el Ejecutivo.
Los detalles comenzarán a definirse entre los ministros de Economía, Martín Guzmán, y de Trabajo, Claudio Moroni. De concretarse el plan, el piso salarial que impacta en unos 300 mil trabajadores formales sin convenios colectivos, así como en la prestación por desempleo pero, sobre todo, en el valor de los planes sociales, llegaría en lo inmediato a su meta de 47.850 pesos que por ahora está prevista para diciembre. Y el incremento adicional podría llevarlo a cerca de 53 mil pesos.
En Economía ratificaron anoche que la variable, así como los ingresos de trabajadores y jubilados, deberá imponerse a la inflación y actualizarse de inmediato en caso contrario.
En varias áreas del gabinete económico confirmaron que estaba virtualmente resuelto y que sólo restaba el detalle de la medida y sus alcances. Por lo pronto, si en una primera instancia sólo se anunciaría el acortamiento de los pagos -un resolución que ya se había adoptado el año pasado en similares circunstancias e incluso con menor presión inflacionaria- y se dejaría para más adelante el posible refuerzo o bien si se dará a conocer el paquete completo.
Para la primera medida basta con una resolución simple del Ejecutivo mientras que actualizar los valores del Consejo del Salario demandaría una nueva convocatoria para alcanzar un número de consenso o bien, habilitar una decisión unilateral de la cartera laboral como capitana del órgano.
En marzo pasado la primera llamada del año del Consejo del Salario fijó una suba para 2022 de 45 por ciento en cuatro etapas: de 33 mil pesos de piso pactados el año pasado en abril subió a 38.940 pesos; para junio estaba previsto un segundo tramo hasta $ 42.240; en agosto, otro a $ 45.540, y el último en diciembre para llevarlo a 47.850 pesos.
La dinámica es similar a la de 2021. En aquella oportunidad se pactó en marzo un aumento del salario mínimo de 35 por ciento en siete cuotas. La aceleración inflacionaria obligó a precipitar esos tramos en julio, por decisión unilateral del Ejecutivo, y en septiembre se convocó a una segunda reunión del Consejo para determinar la suba final del año en 52,7 por ciento.
El piso formal de ingresos en la Argentina impacta de lleno en la definición del “salario social complementario”, es decir el valor de los planes sociales que equivalen a la mitad de un sueldo mínimo. Históricamente también se lo consideró como valor de referencia para contratos privados y, en particular, como guía para los sueldos de los trabajadores informales.
Las últimas convocatorias del Consejo del Salario finalizaron con acuerdos con un alto nivel de adhesión: la de marzo pasado logró el voto favorable de 31 de los miembros entre representantes de cámaras patronales y centrales obreras, y con la única abstención de la CTA Autónoma.