domingo 6, octubre, 2024, Eduardo Castex, La Pampa

A 87 años de la muerte de Carlos Gardel: la tragedia que golpeó al tango

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De traje, sonrisa amplia, una flor en el ojal y peinado a la gomina. A 87 años de su trágica muerte, Carlos Gardel sigue siendo uno de los mayores exponentes del tango a nivel mundial, y el recuerdo sigue intacto en el inconciente colectivo de su Buenos Aires querido, con una melancólica estrofa suya en cada esquina.





El zorzal criollo se encontraba en una avioneta que se accidentó el 24 de junio de 1935 cuando salía del Aeropuerto Olaya Herrera, en la ciudad colombiana de Medellín, donde había ido a dar un concierto en el marco de una gira por Latinoamérica. Antes de eso, Carlos Gardel había logrado llevar los dulces tonos de su voz a los escenarios de otras grandes ciudades como Nueva York o París.

Su trágico final, en un accidente que nunca tuvo explicaciones técnicas, no hizo más que alimentar su mito. El último tango que cantó fue «Tomo y obligo», que interpretó desde el balcón de la sede de una radio de Medellín ante una multitud que lo aclamaba.

Un día antes de emprender el viaje, Carlos Gardel declaró en Radio La Voz de la Víctor, de Bogotá: «Voy a ver a mi vieja pronto. No sé si volveré, porque el hombre propone y Dios dispone. Pero es tal el encanto de esta tierra que me recibió y me despide como si fuera hijo propio, que no puedo decirles adiós, sino hasta siempre».

Hasta el día de hoy, Buenos Aires recuerda a uno de sus hijos predilectos, a quien todavía se disputa, de a ratos, con Montevideo. Con un legado de más de 500 canciones, se convirtió en uno de los artistas más prolíficos del género. Este año se cumplen además 120 años de su nacimiento.

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