El Ejército israelí lanzó una operación de bombardeo contra objetivos de la Yihad Islámica en la Franja de Gaza, después de varios días en estado de alerta por posibles represalias de la organización extremista tras la detención en Cisjordania de un alto cargo del grupo, que respondió con el lanzamiento de un centenar de cohetes.
Las fuerzas israelíes, que hicieron dos series de disparos durante la jornada de este viernes, indicaron que 15 personas murieron en los bombardeos y unas 55 resultaron heridas, mientras que la Yihad Islámica habló de cuatro muertos, entre ellos uno de sus líderes y una niña.
«Hubo cuatro mártires, entre ellos una niña de cinco años, abatida por la ocupación israelí», informaron el Ministerio de Salud del enclave y la organización palestina.
«El movimiento de la Yihad Islámica en Palestina y su ala militar de la Brigada Al Quds lamentan la muerte del gran comandante yihadista Tayseer al Jabari ‘Abu Mahmud’, abatido en un asesinato sionista en la ciudad de Gaza», precisó el comunicado, reproducido por la agencia de noticias AFP.
Al Jabari era el sucesor de Baha Abu al Ata, muerto en noviembre de 2019 en un ataque aéreo israelí.
El primer ministro israelí, Yair Lapid, indicó que la operación estaba dirigida «contra una amenaza inmediata», y acusó a la Yihad Islámica de ser una «fuerza de apuntalamiento de Irán que busca destruir al Estado de Israel y matar a israelíes inocentes».
Los bombardeos de este viernes se dan después de una redada efectuada el lunes por las fuerzas israelíes en un campamento de refugiados de Jenín que se saldó con la muerte de un adolescente palestino y la detención de Basam Saadi, un alto cargo de la Yihad Islámica, y su yerno Ashraf al Jada.
«Tras las amenazas directas planteadas por la Yihad Islámica Palestina en Gaza, las FDI (el Ejército israelí) está atacando ahora mismo la Franja de Gaza», anunciaron los militares en un comunicado en su cuenta de Twitter.
En el texto, el Ejército israelí habló de una «situación especial» en el frente doméstico de combate, sin dar más detalles.
La agencia oficial de noticias palestina WAFA confirmó el comienzo de los ataques, que alcanzaron entre otros objetivos el edificio Torre Palestina en el barrio gazatí de Rimal.
El martes, un día después de la redada, el Ejército israelí puso en alerta su sistema anticohetes y ordenó cerrar rutas cercanas a la Franja de Gaza, así como playas y pasos de civiles por temor a ataques desde el enclave palestino.
«Se decidió bloquear las zonas y las rutas adyacentes a la valla de seguridad con la Franja de Gaza. La zona fue cerrada a los civiles debido a una amenaza directa y con tal de impedir un posible ataque contra civiles», agregó el texto.
La nota también anunció el cierre de una playa, la suspensión de trenes entre las ciudades de Ascalón y Sderot, así como el cierre del paso de Erez, el único punto que permite a las personas cruzar desde la Franja de Gaza al territorio israelí.
Rodeado por Egipto, el mar Mediterráneo e Israel, el enclave palestino controlado por el movimiento islamista Hamas está sometido a un bloqueo israelí desde hace más de 15 años.
Por la noche, la Yihad Islámica anunció que su rama militar había disparado «más de 100 cohetes» contra Israel, como «respuesta inicial» a la ofensiva del Estado hebreo.
Periodistas de la AFP constataron disparos y señalaron que las sirenas de alerta se habían activado en localidades israelíes cercanas a la Franja, sin que hasta el momento se reportaran víctimas.
«Esperamos que la situación no empeore, dijo Abdulá al Arayshi, un gazatí de 22 años. «Queremos vivir. Basta de guerras, de destrucción. Somos una generación que ha perdido su futuro», agregó.
Centenares de personas participaron al anochecer en los funerales de Al Jabari.
«El enemigo sionista inició esta agresión y debe prepararse a que combatamos sin tregua», declaró desde Teherán el secretario general de la Yihad Islámica a la televisión libanesa Al-Mayadeen.
«En esta batalla no habrá líneas rojas. Tel Aviv y otras ciudades sionistas serán blanco de los misiles de la resistencia», agregó.
La Presidencia palestina, con sede en Ramala (Cisjordania ocupada), condenó «la agresión israelí» y atribuyó al Estado hebreo la responsabilidad de «una peligrosa escalada».
El ejército cerró el martes todos los pasos fronterizos, bloqueando la entrada de miles de gazatíes que tienen autorización de trabajo en Israel.
El cierre ralentizó además la entrega de diésel a Gaza, que generalmente se transporta en camiones procedentes de Egipto e Israel para alimentar la única central eléctrica del territorio.