jueves 28, noviembre, 2024, Eduardo Castex, La Pampa

Caso Lucio Dupuy: Las detenidas podrían ser penadas con prisión perpetua

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El juez Daniel Ralli aceptó –el viernes- el requerimiento de los fiscales y la querella, en la causa que investiga la muerte del niño Lucio Dupuy (5 años) ocurrida el 25 de noviembre de 2021, presuntamente a causa de los maltratos a que era sometido. El magistrado imputó a Magdalena Espósito Valenti (25) y Abigail Páez (28) por «homicidio agravado por el vínculo, ensañamiento, alevosía y odio de género, en concurso real con abuso sexual agravado» (Artículo 133 del CP), delitos que podrían ser penados con prisión perpetua.





La reunión se desarrolló vía Zoom, duró cinco horas y estuvo destinada a definir la acusación, la prueba y los testigos para el juicio oral.

Las partes acusadoras están representadas por los fiscales Verónica Ferrero, Walter Martos y Marcos Sacco, y José Mario Aguerrido como patrocinante de la querella, integrada por la familia paterna de Lucio.

Dos días después del presunto crimen, la pareja sospechada fue trasladada a San Luis, donde permanece detenida. Sus abogados, los defensores públicos Pablo De Biasi y Silvina Blanco Gómez, intentaron impugnar gran parte de los peritos, testigos y la profusa prueba, reunidos durante la investigación preliminar, pero el magistrado rechazó sus pedidos e incorporó casi todo, dejando sin efecto unas pocas pruebas.

«La defensa pretendía revisar informes de expertos que no había cuestionado en la investigación preliminar, pericias psicológicas, pruebas de ADN, informes de una evaluación sobre dibujos realizados por Lucio, el registro de llamadas del Cecom y publicaciones en redes sociales de las imputadas, entre otras pruebas, pero el juez no hizo lugar», comentó Aguerrido.

A JUICIO ORAL

La causa se encamina ahora al juicio oral, que podría celebrarse durante el primer semestre de 2023, cuando declararán más de 60 testigos (unos 50 propuestos por los acusadores y poco más de una decena de la defensa).

«También se resolvió que habrá un tribunal colegiado de tres miembros y, si hay sentencia de culpabilidad, una audiencia posterior de cesura para determinar la pena» agregó.

Aguerrido contó que «también hubo una solicitud para que el juicio se desarrolle a puertas cerradas, que deberá resolver el tribunal de juicio» que designe la Oficina Judicial.

Las partes acusadoras intentarán probar que Lucio sufrió violencia sistemática durante más de un año a partir de julio de 2020, cuando volvió a residir con su madre tras dos años de permanecer al cuidado de la familia Dupuy, en General Pico. Su teoría es que el «odio de género» derivó en crecientes agresiones, que incluyeron abuso sexual y culminaron en una golpiza fatal. La querella adelantó que solicitará «la pena máxima, prisión perpetua», para las dos mujeres.

La mamá de Lucio, «Magui» Espósito Valenti, llegará al debate oral acusada por «homicidio triplemente calificado por el vínculo, con ensañamiento y alevosía, abuso sexual gravemente ultrajante por su duración y realización, con acceso carnal vía anal y triplemente agravado por ser su guardadora». Su pareja, Abigail Páez, está acusada de «homicidio doblemente agravado por saña y alevosía, y abuso sexual agravado».

JORNADA TRÁGICA

Durante la noche del viernes 26 de noviembre, cerca de las 21.30, Páez llevó a Lucio hasta el Centro de Salud del barrio Río Atuel, ubicado a unas dos cuadras de la casa donde residían, sobre la calle Allan Kardec. En ese momento, la madre del niño estaba trabajando en el Casino. Según el relato de Páez, la posta ya había cerrado por lo cual caminó cien metros hasta la sede de la Unidad Regional 1, cuyos efectivos se habrían negado a atender al niño, que agonizaba.

Finalmente, algunos vecinos cargaron a Lucio en un vehículo y lo trasladaron al hospital Evita, donde los médicos le prodigaron maniobras de reanimación, sin éxito. Falleció a las 22, según la autopsia. Ese informe determinó también que el cuerpo exhibía señales de politraumatismos en distintas partes del cuerpo, quemaduras de cigarrillos, mordeduras y hemorragias internas, provocadas por golpes y abusos.

El forense Juan Carlos Toulouse aseguró: «En 30 años de profesión, nunca vi algo así». Y los fiscales detallaron una lista horrorosa: «múltiples lesiones en abdomen, tórax, espalda, piernas, brazos, rostro y cráneo, hematomas en espalda con huella impresa por calzado, edema cerebral con enclavamiento asociado a golpes violentos, rotura hepática y hemoperitoneo».

También aseguran que Lucio fue atendido cinco veces en el hospital, durante los meses previos a su muerte, por lesiones que reflejarían la violencia a que era sometido, y consideran que terminó asesinado porque «interfería en la convivencia de la pareja» y por «odio al género masculino».

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