En la quinta jornada del juicio oral y público por el femicidio de Mirta Inés Fetter se escucharon seis testigos. Un amigo del acusado contó que este le aseguró que no había golpeado a la víctima; mientras que otros cuatro relataron cómo los vieron cenando juntos en un resto-bar de Toay. Aún quedan dos días de debate, más los alegatos.
El juicio está a cargo de la jueza de audiencia Alejandra Ongaro y sus colegas Gastón Boulenaz y Andrés Olié. La fiscalía es ejercida por Cristian Casais, la defensa pública por Mariel Annecchini y Antonella Marchisio, y la querella particular por Flavia Yanet Rubín y Silvana Andrea Abraham, en representación de la Secretaría Provincial de la Mujer, Género y Diversidad.
El hecho que se investiga ocurrió el viernes 7 de enero de este año, en la casa de Marcelo Darío Agüera (39 años), en el barrio Los Hornos. De acuerdo a la acusación, él le pegó a Fetter (39) en la cabeza y en otras partes del cuerpo, y después llamó a la policía diciendo que se había golpeado. La víctima falleció el martes 11.
Rodolfo Fabricio Feininger es amigo de Agüera de toda la vida. Afirmó que el domingo 9 el acusado fue a su casa y que tomaron mates. «A mi me dijo que no le había hecho nada a la chica», respondió al ser consultado sobre si hablaron del hecho.
– ¿Qué le dijo concretamente?, interrogó la fiscalía.
– Que se había caído y pegado contra la estufa.
Agregó que en ese momento «me enteré de la relación (entre ambos)» y que el acusado le comentó que llevaba «dos o tres días» en pareja con Fetter.
– Usted expresó textualmente «le habían pegado… no sé qué le había pasado a la chica». ¿Por qué hizo referencia a que le habían pegado?, quiso saber la querella.
– Yo dije que, si le habían pegado, no sabía nada. ¿Cómo voy a saberlo si me voy el lunes al campo y vuelvo el sábado? No sé nada del pueblo.
La cena.
Luego de ese primer testimonio se oyeron a cuatro testigos, citados por el Ministerio Público Fiscal y la querella, que vieron el miércoles 5 a Agüera y Fetter cenando en un resto-bar en Toay.
María Laura Záccara es directora municipal y exempleada del Juzgado de Paz de esa localidad. Ella conocía a ambos y especialmente a la víctima porque había realizado trámites ante aquel organismo. Esa noche estaba sentada casi al lado de la mesa de ellos. «Se los veía de forma afectuosa. Él le tocaba el pelo, a ella se la notaba alegre. Charlaban, se besaban…. como cuando uno sale con una pareja. Después se fueron en un remís», manifestó.
– ¿Le llamó la atención la pareja?, preguntó Casais.
– Mucho.
– ¿Por qué?
– Por las situaciones particulares de cada uno de ellos.
Ante una repregunta de la querella para ahondar en esa respuesta, Záccara indicó: «No era una pareja que hubiéramos esperado que se conformara. Por eso le prestamos tanta atención y lo conversamos en la mesa».
– ¿Por qué lo considera así?
– Es una apreciación. No sabría darle más explicaciones.
Una de sus acompañantes en esa comida fue la jueza de paz de Toay, Mariana Paola Holzman, y su testimonio fue coincidente: «Me sorprendió (que estuvieran juntos) por las personalidades de ambos. Mirta era sumisa, y Agüera todo lo contrario. ¿Cómo los vi? Parecían una pareja de novios. Se besaban, sonreían, charlaban, se acariciaban y al final se fueron juntos en un remís».
– ¿Qué sería todo lo contrario?
– A Agüera lo vi en situaciones más complejas…en disturbios. No sé cómo explicarme. Es una persona un poco más agresiva.
David Iván Martínez, dueño del comercio, manifestó que el acusado solía concurrir al bar sin compañía a ver los partidos de River. Confirmó que esa noche vio «un buen trato (en la pareja), como si se estuvieran conociendo» y que «se fueron en remís». Y acotó que, cuando Agüera pasó al bañó, «me dijo algo así como ‘a ella la conocí hace poquito'».
Victoria Aylén Escobar era mesera en el restó. Ella los atendió ese miércoles. «Cómo observé el trato entre ellos? Bien. No escuché nada», manifestó. Anteriormente los había visto otra vez comiendo allí.
Finalmente, el taxista Juan Ramón Nunia, se limitó a declarar que esa noche los llevó en su vehículo hasta la casa de Agüera y que él, al llegar, le dijo a Fetter «bajá, amor».
El debate continuará mañana y el jueves y los alegatos se conocerán el martes próximo.