Un grupo especial de la Guardia de Finanzas, fuerza policial que entre otras tareas se encarga de los delitos financieros, realiza por estas horas allanamientos en distintas oficinas, que no incluyen por el momento la sede del Milan, en busca de documentación.
La investigación se inició tras la denuncia presentada por un ex socio minoritario del club, Blue Skye, controlado por la Luxembourg Investment Company, tras la venta del paquete accionario del Milan por parte del grupo estadounidense Elliott al fondo RedBird de Gerry Cardinale, que es dueño de la franquicia de los Yankees de Nueva York de la MLB.
Milan cambió de manos en agosto en una operación que se realizó en mil doscientos millones de euros, pero según Blue Skye pudo tratarse de una apropiación indebida, tal como denunció ante la Justicia civil en septiembre en un intento extremo por bloquear la venta.
Blue Skye y la Luxembourg Investment Company, sin embargo, renunciaron a la instancia cautelar al tomar nota de que la venta había sido perfeccionada a fines de agosto, luego de presentar aquel recurso de urgencia en el que lamentaban no haber podido acceder a la información necesaria y tras considerar la operación como «poco clara».
Otro club italiano en apuros por operaciones sospechadas es Juventus, que ya sufrió la quita de 15 puntos a modo de sanción por el caso de las plusvalías infladas que le permitían «decorar» sus balances.
En lo que refiere a la investigación que lleva adelante la justicia deportiva, el fiscal de la Federación Italiana de Fútbol (FIGC), Giuseppe Chiné, solicitó una prórroga de 40 días a la Fiscalía General del Deporte para seguir adelante con la misma.
La Justicia de Turín también investiga el caso pues las acciones de Juventus cotizan en la Bolsa y si se confirman las irregularidades el club habría incurrido en delitos penales.