En el apuro por buscar a sus hijos, un hombre desbloqueó un Tesla Model 3 blanco con el teléfono y manejó por 15 minutos hasta que le avisaron que se había llevado un auto equivocado. Tesla no dio respuestas.
El año pasado, Rajesh Randev gastó más de 70.000 dólares en uno de los autos más cotizados del mercado: un Tesla Model 3 de la famosa empresa de Elon Musk. Hasta el 7 de marzo, todo era ideal. La tecnología de punta que tenía el vehículo lo hacía disfrutar de cada viaje que hacía, y hasta encontraba cierto deleite en la capacidad de usar la aplicación de su teléfono como llave.
Sin embargo, la semana pasada todo cambió. Salió apurado para buscar a sus hijos en la escuela y notó una pequeña grieta en su parabrisas. Quiso buscar su cargador de teléfono y no estaba en su lugar de siempre.
¿Le habían robado? Mientras pensaba en esto, recibió un mensaje en su celular. Y su interlocutor le dijo que, en realidad, él era el ladrón. Y que en su Tesla, en ese momento, había un desconocido sentado. «Creo que estás conduciendo el auto equivocado», agregó el mensajero. Recién en ese momento, Randev entendió todo.
Aunque todo esto parece el comienzo de un thriller psicológico, sucedió de verdad en la ciudad canadiense de Vancouver y fue un enorme malentendido que terminó con dos dueños de Tesla desconfiando de sus propios autos y temiendo por su seguridad.
La tecnología no resolvió el problema, sino unos papeles que habían quedado en el auto de Randev con su número de teléfono.
La terrible confusión de Tesla
Ya con los hechos esclarecidos, Randev se dio cuenta de que, en el apuro para salir, se había subido al auto equivocado. Su vehículo era uno de los dos Tesla blancos estacionados uno al lado del otro en la calle. Sin embargo, su preocupación no pasa por esa confusión, sino porque había podido desbloquear con su celular un auto que no era el suyo.
El mismo temor es el de Mahmoud Esaeyh, dueño del Tesla en el que se llevó Randev. Según recordó, quien había estacionado su auto allí era su hermano Mohammed, a quien se lo había prestado para hacer unas compras. Cuando Mohammed volvió, se dio cuenta inmediatamente que el interior del auto no era el del que él había dejado en la calle.
Inmediatamente llamó a Mahmoud. El dueño del Tesla rastreó la ubicación de su auto e intentó bloquearlo remotamente con su teléfono, pero la aplicación falló. Entonces Mohammed entró en el auto y encontró unos documentos médicos con el número de Randev. Fue entonces cuando lo contactó para contarle de la confusión.
Sin esfuerzo alguno, ambos pudieron acceder a un auto que no era suyo. “Es una tecnología tan costosa. Más de USD 70.000 para conseguir este auto. Y mi familia no se siente segura en este momento”, lamentó Randev en diálogo con el Washington Post. A eso se sumó Esaeyh: «Pensé, ‘¿Qué podría pasar?’ Ya sabes, si (Randev) tuvo un accidente o si alguien salta al auto y comete un crimen».
Tesla no dio respuestas
Aunque los dueños de los Tesla se reencontraron y filmaron el asunto entre risas, ambos reiteraron que están preocupados por la falla de la aplicación. Randev intentó informarle a Tesla de lo sucedido, les envió un video e incluso lo publicó en Twitter mencionando a Elon Musk, pero no obtuvo respuesta alguna.
Después fue a la policía, pero corrió la misma suerte: le dijeron que no presentarían un informe a menos que hubiera más problemas.
Volvió a intentar con Tesla, porque no quería «afectar su reputación» en los medios antes de recibir una respuesta. Envió un mail a la sede estadounidense y le respondieron que su casilla estaba llena. Hizo lo propio con la filial de China, y su mensaje fue bloqueado. «Es muy frustrante», comentó Randev. Hasta el Post contactó a Tesla, y tampoco tuvo éxito.
«Si solo una persona normal pudiera acceder (al auto de otra persona) debido a un mal funcionamiento o software o cualquier razón… los piratas informáticos pueden hacer cualquier cosa, ¿no?«, se preguntó Randev. Ni él ni Esaeyh se desharán de sus autos: destacaron lo mucho que ahorran en nafta y reflexionaron que no pueden venderlos sólo «porque ellos se sienten inseguros». Pero el temor de que vuelva a suceder es latente. Y el silencio de Tesla no ayuda en absoluto.
Más problemas para Elon Musk
Por si el dueño de Twitter no tenía suficientes asuntos de los que ocuparse, ahora se suman nuevas fallas de sus queridos Tesla. Porque ya hubo anteriores. En noviembre de 2022, un Tesla se salió de control y mató a dos personas en China. Anteriormente, el Departamento de Justicia de Estados Unidos abrió una investigación para saber si sus autos eléctricos pueden efectivamente conducirse solos.
It’s not every day you accidentally drive away in the wrong car, but that’s exactly what happened to Vancouver Tesla owner Rajesh Randev. Watch the full story tonight on Global News Hour at 6. pic.twitter.com/iwcTLx9DVw
— Global BC (@GlobalBC) March 10, 2023
Un informe había alertado que Tesla apagaba su piloto automático un segundo antes de chocar para que su sistema estrella no figurara en los informes y se enfrentara a regulaciones. Eso, sumado a autos prendiéndose fuego y el retiro del mercado más de 360.000 vehículos por riesgos de choque asociados con su software de conducción autónoma, no hacen más que poner una mancha en Tesla, quizás la marca automotriz que es líder a nivel mundial.