El escritor japonés Haruki Murakami ganó el premio Princesa de Asturias de las Letras, según el fallo del jurado convocado hoy en la ciudad española de Oviedo, que reconociendo «la singularidad de su literatura, su alcance universal y su capacidad para conciliar la tradición japonesa y el legado de la cultura occidental» le concedió finalmente al autor de «Kafka en la orilla» y «Sauce ciego, mujer dormida» la distinción para la que venía sonando como favorito desde hace años, al igual que para el Nobel de Literatura.
El narrador se convirtió en referente de la literatura contemporánea tras el éxito internacional logrado en 1987 con «Tokio blues» y desde entonces ha propagado su voz literaria en más de 50 lenguas que han traducido su original corpus donde se funde lo real con lo fantástico y en el que se teje la huella de autores del siglo XIX como el ruso Fedor Dostoievsky, el inglés Charles Dickens o el estadounidense Truman Capote.
«Una narrativa ambiciosa e innovadora que ha sabido expresar algunos de los grandes temas y conflictos de nuestro tiempo: la soledad, la incertidumbre existencial, la deshumanización de las grandes ciudades, el terrorismo, pero también el cuidado del cuerpo o la propia reflexión sobre el quehacer creativo», ponderó el jurado que le concedió el galardón.
Con el Princesa de Asturias, Murakami suma un nuevo reconocimiento literario a su vitrina, que ya cuenta con los prestigiosos Franz Kafka (2006), el Jerusalén (2009) y el Hans Christian Andersen de Literatura (2016), entre otros, pero no con el Nobel de Literatura, que le viene siendo tan esquivo como lo fue hasta ahora esta distinción para la cual figuraba como favorito recurrente año tras año.
«Me alegra de verdad que los lectores aprecien mis libros, pero cualquier forma de condecoración es para mí una carga», había dicho Murakami en una entrevista concedida en 2016, en la que tampoco esquivó la pregunta por el otro célebre premio: «El Nobel y yo estamos muy lejos. Aunque todas las personas del mundo me aseguraran que estoy cerca, no les creería», aseguró en aquel entonces.
Hijo único de dos profesores de literatura japonesa, y nieto de un sacerdote budista, desde joven se interesó por la cultura occidental, especialmente por la música y la literatura estadounidenses. Además de su veta literaria, se ha dedicado a traducir al japonés obras de autores como Raymond Carver, John Irving o F. Scott Fitzgerald. Es a su vez conocido por su su afición al atletismo y ha participado en varias maratones y triatlones. Incluso llegó a escribir sobre su experiencia como corredor en «De qué hablo cuando hablo de correr».
Murakami es el narrador japonés más leído de su generación.
La novela más exitosa del narrador es «Tokio Blues», que tiene como protagonista a Toru Watanabe, un ejecutivo al que una vieja canción de los Beatles le hace retroceder al turbulento Tokio de finales de los sesenta. Es autor también de obras como «1Q84», «Los años de peregrinación del chico sin color», «Underground», «De qué hablo cuando hablo de escribir», «La chica del cumpleaños», «Sauce ciego, mujer dormida» y tantos otros.
El Princesa de Asturias contaba con 37 candidaturas de 17 nacionalidades y es el quinto de los ocho galardones internacionales que da anualmente la Fundación homónima. Está dotado con una escultura de Joan Miró – símbolo representativo del galardón -, un diploma acreditativo, una insignia y la cantidad en metálico de 50.000 euros.