El papa Francisco aseguró hoy que su «idea» es «ir a Argentina el año que viene» y que debe aún ver «si se puede» hacer ese viaje, que sería su primera visita como pontífice a Buenos Aires, su país natal.
«La idea es ir a Argentina el año que viene, vamos a ver si se puede», aseguró hoy el Papa al ser consultado sobre un posible viaje durante un encuentro en el Vaticano con jóvenes de la fundación Scholas Occurrentes y con un grupo de cincuenta intendentes e intendentas de Iberoamérica que participaron toda la semana de un taller de trabajo sobre ambiente y «eco-ciudades».
Una posible visita del Papa ya estuvo en agenda a fines de 2017 pero luego se debió posponer por el cronograma electoral de Chile, otro de los países que Jorge Bergoglio quería visitar, al que finalmente fue en enero de 2018 en un viaje que incluyó también a Perú.
El evento que se hizo en el Instituto Agustiniano de Roma inició con una conexión del Papa con la comunidad de Scholas en el Barrio 31 en la Ciudad de Buenos Aires para inaugurar y bendecir la nueva sede del Ciclo Básico Común de la Universidad de Buenos Aires que funciona en el Barrio Mugica.
«Mi bendición de corazón al nuevo emprendimiento y adelante. Estén atentos que no se les metan piratas en la villa», los saludó el pontífice.
Entre las autoridades, estuvo presente la embajadora ante la Santa Sede María Fernanda Silva, que le regaló al Papa una escarapela argentina en referencia al 25 de Mayo.
Durante el encuentro, el Papa y las autoridades de Scholas entregaron los diplomas como egresados de la denominada Escuela «Laudato sí», a un grupo de intendentes e intendentas de 17 países iberoamericanos que le presentaron sus propuestas de para «desarrollar ciudades eco-educativas respetuosas del ambiente tras una semana de trabajos grupales» en el Vaticano.
Antes de ver al Papa, los intendentes e intendentas trabajaron sobre los ejes de las encíclicas del Papa Laudato si’ (2015) y Fratelli tutti (2020), que reúnen gran parte del pensamiento social del pontífice. Durante las sesiones de trabajo, el grupo de gobernantes se reunió con autoridades vaticanas para profundizar los temas relativos al ambiente y la doctrina social de la Iglesia.
Entre los intendentes e intendentas estuvieron entre otros Marina Fassi de Cañuelas, Luciano Di Nápoli de Santa Rosa (La Pampa), Leonardo Boto de Luján y Marina Lesci de Lomas de Zamora.
El jefe comunal de Canelones (Uruguay) Yamandú Orsi fue el responsable de plantear al Papa las «dificultades similares» que han encontrado los jefes comunales, como «la migración, la violencia, el crimen, el cambio climático».
«Todos y todas entendimos que desde nuestros lugares podemos hacer muchas cosas», le dijo Orsi al Papa.
Una de las oradoras invitadas a las sesiones de trabajo fue la Premio Nobel de la Paz guatemalteca Rigoberta Menchú, que compartió con los intendentes e intendentas sus impresiones sobre el liderazgo juvenil, las nuevas tecnologías, los procesos migratorios, el empoderamiento comunitario y la dicotomía entre lo global y lo local.
En las charlas, Menchu y los alcaldes coincidieron en la necesidad de construir «ciudades más inclusivas y respetuosas con el medio ambiente».
Entre los participantes, estuvieron también otros la intendenta Bettina Romero de Salta y Sebastião de Araújo Melo, de Porto Alegre, Brasil, además de dirigentes latinoamericanos como el chileno Marco Enríquez-Ominami, el senador nacional de CABA por la UCR, Martín Lousteau, y el vicerrecetor de la UBA, Emiliano Yacobitti.
El encuentro de esta semana tuvo como antecedentes el lanzamiento de la Escuela «Laudato Sí», en mayo de 2022, cuando participaron 50 jóvenes de la región en aquella actividad.
Luego, en un diálogo con jóvenes mexicanos, el Papa lamentó hoy que «cuántas veces por la falta de educación sexual se termina con la comercialización del amor»
«El amor no es para comercializar y los chicos no son para ser usados como elementos a medio camino de la sociedad. Hay que educar a los chicos con ciclos completos, es un deber que tengan educación, de los padres y de la sociedad entera», avanzó el Papa.
Así, el pontífice pidió que se prepare a los jóvenes «para que sepan qué es el amor en la vida», al tiempo que denunció que «la pornografía en este momento es la comercialización más burda del amor».
Otra de las conexiones que tuvo el pontífice fue con un grupo de jóvenes de Scholas de Miami, a quienes les dijo que «hay una palabra que por ahí se usa mucho y por ahí no se la entiende: autenticidad».
«Que una persona se exprese como es y que los otros la respeten como es. La crisis del bullying es porque no se respeta el modo de ser de otros es muy grave y destruye vidas», ejemplificó luego el Papa.
El Papa se refirió también a la crisis de la violencia por uso de armas en Estados Unidos y llamó a «ayudar a salir» de la situación.
«De una crisis se sale pero con dos condiciones. De una crisis no se sale solo, sino acompañado y no se sale igual: o salís mejor o peor, y hay que jugarse a salir mejor», sostuvo.
Durante el acto se firmó además un convenio para que la ciudad de Nápoles, representada por autoridades políticas, académicas y deportivas que incluyeron al reciente campeón de la Serie A de fútbol Giovanni Simeone, se convierta en una «ciudad educativa» que implementará los programas de Scholas, tras tener la aprobación de la legislatura local.
En el plano italiano, el evento sirvió también para que Scholas se consolide como una «política de Estado» en el país europeo, al renovar los acuerdos de cooperación vigentes hace casi una década con los ministerios de Educación y Deportes, al que se sumó también el de Cultura.
De cara al futuro, la fundación anunció la realización en noviembre de su sexto congreso de jóvenes por el diálogo interreligioso que se hará en San Pablo, Brasil, en continuidad con ediciones anteriores hechas en Roma y Jerusalén, entre otras ciudades.