viernes 29, noviembre, 2024, Eduardo Castex, La Pampa

La Selección Argentina mostró dos caras y empató con Alemania en Dortmund

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La selección argentina de fútbol consiguió un meritorio empate ante Alemania, en el partido amistoso disputado de Dortmund, con los goles en la segunda parte de Lucas Alario y su homónimo Ocampos, ambos ingresados en el complemento.





En la primera parte Alemania fue muy superior, logrando sus dos goles por medio de Serge Gnabry y Kai Havertz, pero los cambios realizados por Lionel Scaloni en el segundo periodo cambiaron el partido, lo que permitió a la Selección empatar la contienda.

Tras un inicio en el que Alemania se adueñó de la pelota y buscó el arco argentino, los dirigidos por Scaloni fueron equilibrando el juego y dispusieron de la primera ocasión de gol, tras un centro de Roberto Pereyra que Emre Can sacó cuando Lautaro Martínez se disponía a cabecear a quemarropa.

Alemania, pese a las numerosas bajas con las que se presentaba al duelo en Dortmund, no renuncia a su ADN y una de las características del juego germano es el castigo a los errores del rival.

Cada yerro en la entrega de los argentinos se convertía en una ocasión para los alemanes y así llegaron los primeros goles.

Después de que Julian Brandt probase a Agustín Marchesín con un disparo desde el vértice derecho del área, que el arquero de Porto rechazó, Gnabry abrió el marcador.

El joven delantero de Bayern de Munich, que la semana pasada le marcó cuatro goles a Tottenham en la Champions League, se deshizo de tres defensores con un control orientado y superó la salida de Marchesín con un toque sutil cruzado que fue directo hacia la red.

Sin tiempo para reaccionar, el equipo que conduce Scaloni recibió otro derechazo a la mandíbula: tras otra pérdida de pelota argentina, Gnabry centró desde la derecha para que el joven Havertz anotase el segundo gol.

Y a punto estuvo de recibir el tercero argentina antes de la media hora, pero Brandt no llegó por centímetros al centro de Niklas Süle.

La suerte se alió también con los sudamericanos, cuando Marcel Halstenberg estrelló un golpe franco en el travesaño, con Marchesín ya vencido.

En medio del naufragio, sólo Rodrigo De Paul acertó a sacar la cabeza del agua para conectar un latigazo desde fuera del área que impactó en el poste del arco defendido por Marc André Ter Stegen.

Gnabry amenazó con liquidar el pleito antes de la pausa, pero su disparo desde el costado derecho se marchó muy desviado.

La entrada en la cancha de Marcos Acuña y Lucas Ocampos (por Marcos Rojo y Ángel Correa) ofreció a Argentina un nuevo sistema táctico y una pequeña tregua tras la pausa, pero pasados diez minutos, la caballería germana volvió a la carga y Marchesín le ganó un mano a mano a Emre Can que podría haber sido el 3-0 tras otra contra letal.

Lucas Alario, que juega en la Bundesliga, entró también por un desacertado Paulo Dybala y a los cuatro minutos de pisar la cancha cabeceó a la red un centro de Acuña para recortar diferencias.

El gol animó a los argentinos, que dieron su mejor versión en esos minutos y Paredes lo intentó de lejos, provocando una buena intervención de Ter Stegen.

Los alemanes replicaron con un tiro libre desde el costado izquierdo ejecutado por Joshua Kimmich y que respondió Marchesín con los puños.

El tramo final del partido fue el más equilibrado, con Argentina yendo claramente de menos a más.

Alario tuvo en sus pies el empate en dos peligrosas aproximaciones, rechazadas ambas por los defensores, pero a la tercera llegó el premio: el jugador de Bayer Leverkusen se escapó de sus marcadores y abrió la pelota a Ocampos para que el de Sevilla superase a Ter Stegen luego de un rebote.

Argentina olió sangre, se creyó con posibilidades de llevarse la victoria del Signal Iduna Park, y presionó hasta el final al equipo germano, pero el marcador ya no se movió.

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