En las últimas horas, diario Norte publicó una carta que Marcela Acuña le dirige a su esposo Emerenciano Sena, ella detenida en comisaría 6ta y el en la tercera, apuntando nuevamente a que el culpable fue su hijo César, todo en el contexto de los recientes resultados en donde Alfredo Aguirre, un empleado de la familia Sena, declaró a la Justicia que él trasladó varios elementos desde la casa de sus jefes días posteriores al crimen de Cecilia Strzyzowski.
«Te quiero mucho Emerenciano, te pido que tengas la valentía de siempre, la que enseñaste y que hoy me mantiene firme en mis convicciones y en el amor. Sabés, me siento muy triste, pienso en César en todo lo que estará pasando y sufro mucho, pero dejo en manos de Dios y la Virgen que me lo cuiden hasta que pueda salir de aquí», comienza diciendo la carta.
«Si salís antes no lo abandones, está muy solo y tengo miedo que atente contra su vida. Solo quiero decirte que todos los días tómalo como una victoria contra la muerte, sonreí, reza, soñá, movete, y aliméntate, tu pastilla tomala con la comida, con la cena, no antes ni después”, le dijo.
«Ojalá pronto llegue tu libertad la mereces, yo no, yo lo cubrí a César, lo protegí, te oculté para no involucrarte y salió todo mal y mucha gente inocente está presa, empezando por vos. Esa carga también me mata por encubrir a mi hijo”, dijo.
Nuevamente, Marcela Acuña volvió a dirigir la culpa sobre su hijo César también detenido por el crimen. Pues si los padres son acusados de encubrimiento, por el vínculo sanguíneo quedarán excluidos de la acusación tal cual reza nuestro código penal.
Alfredo Aguirre, un empleado de la familia Sena, declaró a la Justicia que él trasladó varios elementos desde la casa de sus jefes días posteriores al crimen de Cecilia Strzyzowski y los cuales tenían la sangre de ella: la sospecha de los fiscales es que «quisieron sacárselos de encima».