Personal del Ministerio Público Fiscal y la Agencia de Investigación Científica realizaron tareas de limpieza de terreno, rastrillajes y mediciones de suelo en los lugares señalados por el femicida Víctor Purreta, donde podría haber enterrado hace casi 20 años el cuerpo sin vida de Andrea López.
Purreta manifestó –el miércoles pasado- su intención de contar dónde había dejado el cuerpo de Andrea, supuestamente por haber entrado en razón, tras charlas mantenidas con su terapeuta, su abogado patrocinante y su familia, publicó el diario La Arena.
La fiscala Cecilia Martiní se reunió –el jueves en el Centro Judicial- con el condenado y fue trasladado al campo Monte Chue, ubicado a la vera de la Ruta Nacional 35, a pocos kilómetros de Winifreda. En ese lugar, Purreta señaló algunos posibles lugares en los que se podría encontrar el cuerpo de Andrea desde hace casi 20 años. También reconoció haberla enterrado desnuda, cubierta con una sábana.
Desde ese momento la fiscala Martiní comenzó a coordinar tareas con el titular de la AIC, Luciano Merini, para realizar la búsqueda del cuerpo. Asimismo, se convocó al Equipo de Antropología Forense de Nación, para trabajar en conjunto en la búsqueda del cuerpo.
TRABAJO EN TERRENO
Ayer desde las 9 y hasta las 13 horas, un grupo de aproximadamente 10 personas trabajó en el terreno. Voceros del equipo dijeron las tareas realizadas “fueron de limpieza del terreno, mediciones de campo y rastrillaje previo. En principio, y si no hay modificaciones, volveríamos a trabajar en el lugar el martes a la mañana», indicaron.
Se realizaron tomas fotográficas tanto terrestres como aéreas, con un dron. El lugar cuenta con una custodia permanente de la Policía de La Pampa, en una casilla instalada a la vera de la ruta.
AUTORIZACIONES
Martiní dijo el viernes en conferencia de prensa que «me llamaron desde de la Secretaría de Derechos Humanos para informarme que quien fuera condenado por el femicidio de Andrea López tenía interés de brindar datos respecto de sus restos, es así que automáticamente coordinamos la realización de una serie de autorizaciones judiciales porque es sabido que Purreta está condenado, purgando una sentencia en el Servicio Penitenciario Federal».
«Para poder ser trasladado y entrevistado por el MPF se necesitan una serie de autorizaciones y a su vez necesitábamos tener el contacto con alguna asistencia técnica o letrada de Purreta. Eso se hizo con bastante celeridad y el jueves mantuve una entrevista con él, que efectivamente manifestó interés en brindar datos respecto del sitio específico en el cual había depositado los restos de Andrea», explicó la fiscala.
Y agregó que Purreta «se ofreció a hacer un señalamiento puntual en persona, con lo cual lo hicimos en el marco de la misma entrevista aprovechando estas circunstancias que ya contábamos con una autorización judicial para estar con él, no hubo ninguna objeción y es por eso que con el auxilio de la Policía Provincial y del Servicio Penitenciario Federal, y la autorización del juez de ejecución, nos trasladamos a este lugar. Allí estableció algunos sitios probables donde él aduce que podría haber depositado el cuerpo».
En ese marco, fue que señaló que en las tareas «puede ser que se realicen excavaciones o que se trabaje de otra manera. Todo eso está coordinando la AIC con el equipo de Antropología Forense de Nación, primero hay que hacer rastrillajes, hay que hacer limpieza del terreno», tareas que comenzaron ayer.
Dijo que en las tareas «intervienen muchos profesionales, biólogos y geólogos, porque estamos yendo en el tiempo muy para atrás y necesitamos la colaboración de muchas personas. La idea es que esto tenga un resultado exitoso. Está todo en manos de la gente que sabe, de los peritos y todo esto se está coordinando para que tenga el mejor resultado que podamos tener».
REUNIÓN
La fiscala Martiní –previo a la conferencia de prensa- mantuvo una reunión con Julia Ferreyra, la madre de Andrea, y su abogado representante, Omar Gebruers. El letrado comentó que la reunión fue para obtener detalles que aporten a la búsqueda.
Entre ellas, «un clavo que Andrea tenía en el tobillo izquierdo, parte de una prótesis que justamente fue producto de una herida que Purreta le causó», y «la sábana que Purreta manifestó haber usado; efectivamente, Julia dijo que era del hijo de Andrea y que no había vuelto a aparecer, y le dio sus características a la fiscal».