domingo 6, octubre, 2024, Eduardo Castex, La Pampa

Pagaron más de $ 6 millones por un toro de una cabaña de La Pampa

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Hasta los más entendidos quedaron asombrados por el precio y la puja entre compradores. Aplausos, gritos y muchas fotos dominaron las abarrotadas tribunas de la Sociedad Rural de San Luis, cuando el martillero José Talano cerró la venta del Reservado Gran Campeón macho Hereford en nada menos que $6.050.000.





El reproductor llegó de la cabaña La Ñata de Rancul (La Pampa), y el comprador fue Mauricio Soto, un importante productor de papa de la zona de Villa Dolores, publicó El Diario de la República de San Luis.

«Duele desprenderse de estos toros; el comprador pagó ese precio porque vio un futuro padre de cabaña que va a poder imprimir lo mismo que buscamos nosotros en la selección nuestra, que es productividad, un toro apto para desempeñarse y fundamentalmente con aptitud carnicera en un tamaño moderado», explicó Pablo Tommasi, encargado administrativo de la cabaña La Ñata, al terminar la colosal venta.

La comercialización de los machos de seis razas bovinas se concretó ayer y fueron parte del cierre de la 76ª Expo Rural San Luis, la 20ª Expo Granja y la 35ª Expo Nacional de Hereford.

La consignataria Ganadera del Sur SRL fue la que cerró la millonaria venta del toro Hereford, mientras que en el resto de los animales participaron también San Luis Feria SRL y Bressan & Cía.

El Gran Campeón Hereford Macho no corrió la misma suerte. Fue el primero en salir a la pista para la venta, con una base inamovible de $3 millones impuesta por la cabaña Las Tranquera, de Horacio la Valle y Marta Vila Moret, pero no tuvo oferentes y se volvió a su lugar de origen, en General Belgrano (Buenos Aires).

De todos modos, los La Valle vendieron el sábado la hembra Héreford Gran Campeona en un millón de pesos, el valor más alto de los vientres comercializados.

La cabaña La Ñata tiene el centro en Rancul, donde se hacen los puros, mientras que los puros controlados y puros registrados se hacen a los pocos kilómetros, en Chamaico, que es una zona de monte bastante dura que le imprime la rusticidad.

«A San Luis es la primera vez que venimos y la verdad que nos vamos muy conformes, porque también ayer el desempeño de los precios de las hembras fue más que bueno, donde una de las vaquillonas también se fue para Villa Dolores», valoró Tomassi.

A pesar de la falta de lluvias y la consecuente escasez de pasto, los productores de San Luis se quedaron con gran parte de la genética ofrecida.

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