En el marco de la segunda temporada del ciclo “Bitácora de viaje”, la iniciativa de Camuzzi Gas que tiene el objetivo de dar visibilidad y promover proyectos y emprendimientos locales, de pueblos y ciudades pampeanas. En esta ocasión se estrena el cuarto capítulo, el cual permitirá conocer, junto al periodista y escritor Leandro Vesco, la historia de la estancia “La Holanda”.
En la entrega anterior, “Bitácora de viaje” viajó hasta Quemú Quemú, un pequeño pueblo en el límite con Buenos Aires, para descubrir de qué manera se desarrolló, y cómo llegó a alcanzar el reconocimiento que hoy en día recibe el “Gin Trumpel”, primer gin local hecho con vainas de caldén y producido por el emprendedor Juan Arias.
En este nuevo episodio, se descubrirá el encanto del desierto pampeano al llegar a la estancia “La Holanda”, ubicada a 112 kilómetros de Santa Rosa. Se trata de un espacio soñado en el cual se puede disfrutar de la paz y tranquilidad del lugar.
La estancia esconde una historia rodeada de arte desde sus orígenes: Antonio Ortiz Echagüe, uno de los pintores más importantes de España, construyó allí su atelier. Sus nietas tuvieron luego la idea de, más allá de abrir sus puertas como museo para que se pueda conocer el arte del reconocido pintor, hacer de este lugar un emprendimiento turístico para que quienes lo visiten puedan también disfrutar de los encantos de este territorio, su comida típica, estar en contacto directo con los caldenes que la rodean y apreciar la naturaleza.
La historia de la estancia “La Holanda” se estrenó este viernes 6 de octubre y puede visualizarse a través de este link en el canal de Youtube de Camuzzi (Camuzzi Oficial) y en las redes sociales de la compañía (@camuzzigas).
PRÓXIMOS CAPÍTULOS
En los próximos capítulos de la segunda edición del programa “Bitácora de viaje”, los cuales continuarán publicándose cada viernes, se recorrerán las localidades de Padre Buodo, La Adela, Jacinto Arauz, Ataliva Roca y Naicó.
El ciclo propone conocer, mediante charlas íntimas, la historia de vecinos que promueven con su esfuerzo el desarrollo de los distintos pueblos y ciudades del interior; contagiando los valores centrales de Camuzzi, tales como el esfuerzo, la sencillez, el emprendedurismo, la esperanza y la alegría.