El nuevo episodio del ciclo “Bitácora de Viaje”, que recorre diferentes rincones de La Pampa con la finalidad de dar a conocer los emprendimientos locales de pueblos y ciudades de la provincia, a través de una entrevista realizada por el periodista y escritor Leandro Vesco, cuenta la historia del icónico parador “Las Dos Rutas” de Padre Buodo.
En el episodio anterior “Bitácora de viaje” visitó la estancia “La Holanda”, ubicada a 112 kilómetros de Santa Rosa, donde dio a conocer su historia rodeada de arte y encanto. Además, mostró de qué manera funciona en la actualidad para quienes se acercan a visitarla y a disfrutar del desierto pampeano.
En esta ocasión, el quinto capítulo del ciclo fue grabado en el paraje de Padre Buodo, ubicado en el cruce de dos rutas nacionales (35 y 152), en el centro del país, el cual se encuentra habitado por dos personas: madre e hija. Allí, el parador de culto logra que día a día hasta 500 viajeros de todo el país frenen sus autos para descansar antes de penetrar el desierto.
El parador “Las Dos Rutas” ofrece a los visitantes platos típicos del recetario familiar que hicieron de este paraje uno de los más visitados de toda la provincia de La Pampa e incluso del país.
El plato estrella es el sándwich de jamón crudo y queso, el cual volvió a este lugar una parada obligada para quienes transitan por allí y lo hizo cada vez más popular en el “boca en boca”. Un punto a destacar es que en el paraje producen sus propios fiambres, un motivo más para pedir la especialidad.
La historia de este emprendimiento familiar se estrenó el viernes 13 y puede visualizarse a través de este enlace en el canal de Youtube de Camuzzi (Camuzzi Oficial) y en las redes sociales de la compañía (@camuzzigas).
PRÓXIMOS CAPÍTULOS
En los próximos capítulos de la segunda edición del programa “Bitácora de viaje”, los cuales continuarán publicándose cada viernes, se recorrerán las localidades de La Adela, Jacinto Arauz, Ataliva Roca y Naicó.
El ciclo propone conocer, mediante charlas íntimas, la historia de vecinos que promueven con su esfuerzo el desarrollo de los distintos pueblos y ciudades del interior; contagiando los valores centrales de Camuzzi, tales como el esfuerzo, la sencillez, el emprendedurismo, la esperanza y la alegría.