Tras el respaldo de la titular del PRO, Patricia Bullrich, y del expresidente, Mauricio Macri, a la candidatura de Javier Milei (La Libertad Avanza), el jefe del sindicato de Gastronómicos, Luis Barrionuevo, decidió quitarle su respaldo para las elecciones. «Patricia Bullrich no sólo ensucia la esencia de la propuesta inicial, sino que desvirtúa y contradice frontalmente los pilares que me motivaron a respaldar a Milei», escribió Barrionuevo.
El sindicalista anunció la ruptura de su alianza el libertario, desde cuyo espacio lo habían cuestionado por los 200 mil fiscales que había prometido aportar a la campaña.
Barrionuevo mencionó que en las generales respaldó y defendió “con convicción y pasión” a Milei, “creyendo en valores, principios y una nueva visión” para el país, y que decidió quitarle el respaldo por la “sorpresiva alianza” del libertario con Bullrich y el expresidente, Mauricio Macri.
Barrionuevo planteó: «Javier Milei nos abandonó a nosotros. Él nos invitó a colaborar, todos creímos en su proyecto, pero bajo ningún punto de vista puedo estar en un lugar donde Mauricio Macri lo lleva tanto a él como a Patricia Bullrich a romper con Juntos por el Cambio», en declaraciones a Crónica HD.
En el espacio libertario aseguraron que no tenían noción del malestar del sindicalista, de quien un grupo de la fuerza de derecha desconfiaba, pero en quien varios se apoyaron para fiscalizar en las elecciones generales y luego se decepcionaron.
“Con un sentimiento de profunda indignación y desencanto, me veo en la necesidad de alzar mi voz para comunicar que no puedo, ni voy a acompañar esta sorpresiva alianza entre el partido de Milei, Mauricio Macri y Patricia Bullrich», dijo el sindicalista.
«No voy a compartir un mismo esfuerzo político con alguien que es la encarnación del castigo al pueblo trabajador, como lo demostró en sus reiterados pasos por el poder”, agregó.
En el sector de Barrionuevo admitieron que el pacto de Milei y Macri “vino bien” para justificar la ruptura con el libertario, pero que el sindicalista ya había tomado distancia debido a “falta de comunicación” y “problemas para la toma de decisiones”.
El último capítulo de los accidentados acercamientos entre el titular de Gastronómicos y Milei fue el domingo pasado.
Barrionuevo había garantizado que proveería 200.000 militantes sindicales para controlar los votos, como parte de un compromiso tan concreto que hasta su hija Sandra, secretaria de Acción Social del Sindicato de Gastronómicos, mantuvo contactos con empresarios en nombre de los libertarios.
Pero ese día, los libertarios en el territorio vieron que las promesas de tecnología y un amplio caudal de fiscales que les habían hecho no se estaban concretando.
Y por la noche, cuando estaba por confirmarse que los resultados serían adversos para ellos, en el búnker libertario del hotel Libertador, en avenida Córdoba y Maipú, empezaron a sospechar que, en realidad, el sindicalista nunca había tenido planeado ayudarlos.
Los gastronómicos admitieron fallas en el operativo -reconocieron que al final participó menos de la mitad en todo el país-, pero las atribuyeron a la falta de disposición para operar en conjunto de parte del frente político.