El superávit que festejaron Caputo y Milei arrastra una inconsistencia peligrosa: la feroz caía de la recaudación, en términos reales, por la recesión en curso.
LPO consultó a un experimentado analista de las cuentas públicas para que estudie los números que Economía difundió en la semana que pasó. El superávit anunciado en enero y febrero se basó en gran parte en la postergación de pagos a generadoras, provincias, constructoras y la licuación de los haberes de los jubilados.
«En base a los resultados base caja del SPN para febrero se puede ver que el Gobierno en el acumulado del bimestre enero-febrero juntó casi $0,9 billones de superávit financiero y $ 3,2 billones de superávit primario», explicó el analista.
Del análisis surge que si uno compara el gasto del primer bimestre de 2024 con el de igual período de 2023 se ve una disminución de 38% del gasto primario. Un ajuste impactante que sobre todo se apoya en las espaldas de jubilados y las provincias.
«En efecto, 13 de esos 38 puntos lo explican la caída en jubilaciones, 6 puntos subsidios, 5 puntos son por gasto de capital del propio SPN, otros 5 por transferencias a provincias (corrientes y de capital), 4 por salarios y otros gastos de funcionamiento y 4 por otras prestaciones sociales», explicó el analista.
Si se suman lo que pierden las provincias por transferencias, obras del gobierno nacional y fondos para obras, se observa que el ajuste sobre el interior es brutal.
Pero el ritmo de ajuste no parece sostenible por la recesión que está causando. «Mirando la variación de febrero contra enero se observa una contracción fenomenal de los recursos a pesar de que recaudaron impuesto país sobre la colocación de bopreal. Los recursos les caen 20% real mes a mes», señaló el analista.
Y detalló que «el gasto primario cae 8% real, explicado por jubilaciones, salarios, gastos de capital y transferencias a universidades, en ese orden de importancia. Subsidios levantó la ejecución subiendo 121% en términos reales (giraron $271 mil millones por energía)».
«En consecuencia, el superávit primario les cae 46% real y el financiero 42%», concluyó.