Con la participación de 109 alumnos secundarios de tres escuelas de Anguil, Doblas y Santa Rosa, y la presencia del ministro del Superior Tribunal de Justicia, José Roberto Sappa, se realizó ayer en el Centro Judicial, un nuevo simulacro de juicio, en el marco del programa «Educación + Justicia», que el STJ promueve como una manera concreta de acercamiento real a la Justicia de jóvenes que están próximos a cumplir la mayoría de edad.
Sappa, al hablar ante los estudiantes, remarcó la política institucional del Superior Tribunal de impulsar esta clase de actividades, y luego, al mencionar a los funcionarios actuantes en el simulacro, dijo que «son ellos mismos, los que están acá juntos a ustedes, los que día a día trabajan para impartir justicia».
En ese contexto, el ministro enfatizó la necesidad de que el servicio de justicia sea lo más justo posible y bromeó con los alumnos –al concluir los alegatos– acerca de las dificultades que tendrían los jueces para resolver el caso por las dudas que había a su alrededor.
En la simulación, que es la segunda que se organiza este año en Santa Rosa y contó con 17 testigos, los estudiantes de cuarto año del Colegio «Enrique Stieben», de Anguil, ejercieron el rol de fiscales; los de quinto del Instituto «José Manuel Estrada», de Doblas, el de defensores; y los de sexto del Colegio «Santo Tomás», de Santa Rosa, actuaron de jueces.
Ellos debatieron con caso real –con alteraciones de algunas circunstancias específicas y nombres ficticios–, en el que una mujer fue atacada y golpeada por un hombre para robarle un celular. La causa fue caratulada robo agravado por haberle ocasiones lesiones graves a la víctima.
El jurado popular –integrado por los alumnos del Santo Tomás– resolvió por 26 votos a 16 que el acusado era culpable y los tres jueces –Catalina Mildenberger, Lucía Antón y Facundo Pajón, compañeros suyos– le dictaron una pena de siete años y seis meses de prisión, luego que el Ministerio Público Fiscal solicitara diez años y la defensa su absolución y, subsidiariamente, seis meses por robo simple. Los
Un detalle no menor que este mismo caso, debatido a principios de agosto, en el simulacro del que tomaron parte alumnos de los colegios «Ramón Rodil», de Rolón, Centro Polivalente de Arte, de Santa Rosa; y «Juan Humberto Morán», de Eduardo Castex, finalizó con un fallo absolutorio.
COLABORACIÓN ACTIVA
De la actividad, que se extendió por dos horas, participaron como tutoras la jueza de control, María Florencia Maza, la defensora oficial Paula Arrigone y la fiscala Cecilia Molinari, quienes subrayaron la responsabilidad y el interés que mostraron los estudiantes para cumplir con esta propuesta pedagógica del STJ. Ellas tres vienen colaborando desinteresadamente y hasta fuera del horario laboral con el programa «Educación + Justicia».
De hecho, Maza fue al Colegio Santo Tomás a brindar una charla previa a modo de asesoramiento, Arrigone viajó dos veces a Doblas para preparar a los «defensores» y el fiscal Facundo Bon Dergham –que a último momento no pudo tomar parte de la simulación y fue reemplazado por Molinari– estuvo tres veces en Anguil asesorando a los «fiscales».
Justamente los alumnos de esa localidad, Paulina Savio Vereb y Pablo Chazarreta Martínez, fueron quienes llevaron adelante la acusación. El resto de los 46 compañeros que intervinieron en la actividad –algunos como testigos– fueron Laureano Afonso Deanna, Florencia Abigail Arias, Morena Aneley Benítez, Sheila Benvenuto, Liliana Bianco, Lucía Albornoz, Fabián Nicolás De Pedro, Martina Fernández Badal, Luis Geijo Diez, Maira Gómez, Jerónimo Ilacqua Sánchez, Erika Laboranti, Matías Mayer, Micaela Medina, Agustina Obici, Ángel David Pesoa, Abigail Sogorbe, Matías Javier Sosa, María Luz Tassone, Lucia Tobio, Catherine Videla, Álvaro Rodríguez y Celine Vivanco.
También lo hicieron Francisca Ale, Damián Albornoz, Mauricio Castro, Dalmiro Deanna Pavón, Luján Flores Gatica, Ramiro Gerbruers, Luciano Luis Gómez, Selene Gómez, Julián Jordanes Berhau, Agustina López, Milagros López, Camila Loto, Micaela Lotto, Rebeca Rodríguez Lotto, Lourdes Loza, Abril Macedo Benvenuto, Nicole Pujro Apaza, Nicolás Rivara, Álvaro Ceferino Rodríguez, Tobías Sarricueta, Emili Vivanco, Rodoldo Ardohain y Sol Palacio.
Ellos fueron monitoreados por la profesora Vanina Meringer, quien estuvo acompañada por Adriana Largayoli, Analía Ruiz Díaz y María Marta Olave.
Entre los estudiantes doblenses, Athina Herlein Orienti, Valentina Rodríguez y Agustina Sandobal actuaron como defensoras y Joaquín Brilz –que se pintó un tatuaje en el brazo para hacer más real la simulación– fue el imputado.
Los otros 15 alumnos del Instituto Estrada que participaron fueron Candela Delfina Álvarez, Abigail Álvarez Díaz, Darío Benjamín Bocquet, Agostina Bonjour, Pablo César Coller, Juana Maitía, Laureno Moronta, Rosmary Reynoso, María Victoria Rodríguez Saravia, Ticiana Santander, Esmeralda Luján Scholl, Ludmila Serenelli, Ricardo Agustín Velázquez, Florencia Elizabeth Zabala y Emily Sonja Kusters. Junto a ellos estuvieron las docentes Verónica Bravo y Laura Gehl. El resto de los 42 estudiantes correspondieron al Colegio «Santo Tomás»
