Luis Petri anunció la compra de 24 aviones F-16 de Dinamarca. Una adquisición que fue anunciada como la compra más importante en los últimos 50 años y, según detallan fuentes oficiales, garantiza la defensa del espacio aéreo y es una protección «efectiva frente a cualquier tipo de agresión».
Además, tienen 8 motores, repuestos por 5 años, 4 simuladores, capacitación a mecánicos y pilotos y misiles de entrenamiento.
«Los aviones son bloques temprano fabricados a finales de los 80s, dado que Dinamarca, Holanda, Bélgica y Noruega fueron parte de un programa de los compradores iniciales de F-16. Son Block 15 ampliamente modernizados, siendo ahora lo que se denomina Tape 6,5, uno de los niveles de modernización más altos en el programa europeo de actualización de los F-16», enfatiza una fuente del ministerio.
El ministro de Defensa, que estuvo acompañado por el el jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, brigadier Xavier Julián Isaac, dijo en sus redes sociales que «desde hoy, los argentinos, volvemos a tener fuerzas del cielo que nos protejan. Bajo el liderazgo del presidente y con el apoyo de aliados como Dinamarca y Estados Unidos, Argentina adquiere 24 aviones de combate F-16, marcando un hito en su defensa y fortaleciendo su Fuerza Aérea para preservar la soberanía y la libertad».
La compra se resuelve tras la demora de todo el mandato de Alberto Fernández en medio de las tensiones geopolíticas entre China y Estados Unidos.
Los críticos del acuerdo remarcan porque no tiene armas de largo alcance por el bloqueo y no incluye las armas, dado que se necesita de otro contrato con Estados Unidos para cubrir el total estipulado de la compra en más 600 millones y que está financiado a 12 años.
Fuentes especializadas aclaran que esto es parte de un proceso normal porque se compran a las empresas fabricantes porque es «complejo» comprar, por ejemplo, un misil aire-aire AIM-9L que ya tiene encima varios vuelos, en especial despegues y aterrizajes.
«Dinamarca retiene stock porque es compatible con sus otros sistemas, entonces compras el sistema de armas por un lado, y las armas por otro. La financiación viene en paquete, pero un contrato de firma con Dinamarca por venta de los F-16 y el otro con EEUU para la compra del armamento que es nuevo», detallan.
Sin embargo, fuentes cercanas a la negociación plantean que en realidad Estados Unidos no va a financiar nada y este año habría que pagar 40.000.000 de dólares, es decir, la plata saldría del presupuesto de Defensa en medio de un feroz ajuste y crisis en universidades. «Nunca ofrecieron financiamiento», afirman cerca de la gestión anterior.
A su vez, otro costo adicional que no fue detallado en el acuerdo formal es el de la capacitación de los pilotos, que sería altísimo, y el arreglo de la pista de Tandil y de todas la sin instalaciones donde estarían los aviones.
La gestión de Jorge Taiana había hecho arreglos antes de terminar el mandato pero quedó pendiente la modernización de los hangares para guardar los aviones.
Desde el Ejército, fuentes castrenses dijeron «no hay plata para pagar la plata de la segunda cuota de jerarquización pero sí para comprar aviones con 40 años de uso, sin sistema de armas y sin financiamiento.
Otro de los factores cuestionados es que estos aviones no son disuasorios para los británicos que ocupan las Islas Malvinas. Fuentes cercanas al ministerio sostienen que «los Caza chinos tampoco lo garantizaban» y que «ningún sistema de armas independiente cambia la ecuación en el Atlántico Sur, y en ese sentido entrar a la familia F-16 ofrece un camino a recorrer nutrido de opciones, desde nuevos lotes usados hasta F-16s nuevos de fábrica (el año que viene será el avión de 4ta generación más fabricado de occidente)».
Sin embargo, esto contradice con las declaraciones de integrantes de la Fuerza Aérea Británica (Royal Air Force) que señaló en 2017 en el Daily Express que «la adquisición de aviones chinos es preocupante; son modernos, veloces y muy capaces. De todas formas, nosotros tenemos un robusto poder en las Malvinas».
«Me imagino que Cristina Kirchner está tratando de reforzar sus fuerzas militares para a su vez reforzar su lugar en la mesa de negociación de la política exterior», aseguró entonces esta fuente militar británica.