Pese a los intentos que realizaron desde la Casa Rosada para evitar el aumento de los combustibles, las petroleras aplicaron subas que rondan el 4 %, que representan entre “30 y 50 pesos” por litro, explicaron. Desde que Javier Milei fue electo presidente -el pasado 19 de noviembre-, las petroleras avanzaron rápidamente con una recomposición de sus precios. De este modo, en poco más de cuatro meses el litro de nafta Premium tuvo un 196% de aumento.
En Eduardo Castex, en la estación de servicios Axion, el predio de la nafta Axion Super alcanzó $ 791 y la nafta Quantium llegó a $ 1.005; mientras que el gas oil Diesel X 10 cuesta $ 1.071 y el litro de gas oil Quantim ahora se paga $ 1.251.
En las estaciones de la petrolera estatal YPF, el costo de la nafta Súper alcanzó los $ 777 y la Infinia llegó a $ 985; mientras que el gas oil Ultra Diesel se cotiza a $ 1.007 y el Infinia ahora cuesta $ 1.230.
DEVALUACIÓN Y AUMENTO
El gobierno de Javier Milei postergó por un mes la actualización del impuesto a los combustibles para evitar que la nafta sufra aumentos más fuertes en mayo. Sin embargo, las empresas actualizaron los valores en un 4%, debido a la devaluación mensual del peso frente al dólar del 2% y el aumento del barril del petróleo.
En función del plan que estaba previsto, el Gobierno iba a aplicar este miércoles 1° de mayo el último tramo del aumento parcial de los impuestos al combustible líquido (ICL) y al dióxido de carbono (IDC) que se traslada directo al precio del litro de nafta y gasoil. De todos modos, los precios se actualizaron este miércoles, pero menos de lo que estaba previsto, que era una suba de alrededor del 7,3%.
El último aumento sobre los combustibles se aplicó a principios de abril.
FRENAR AUMENTOS
Además de contener las subas en los combustibles, el Ministerio de Economía decidió postergar los aumentos de tarifas de gas y electricidad que tendrían que haberse aplicada a partir de mayo.
A partir de este miércoles debía empezar a regir la fórmula de actualización mensual de las tarifas de gas y electricidad que el Gobierno diseñó para que los aumentos otorgados no queden atrasados respecto de la inflación.
Sin embargo, los entes reguladores de ambos servicios, Enargas y ENRE, respectivamente, no publicaron los nuevos cuadros tarifarios a la espera de una definición de Economía.
Los entes reguladores ya tienen calculado cuánto sería la suba que le correspondería a las empresas: 10,69% para las distribuidoras eléctricas, 12,5% para las distribuidoras de gas y 12% para las transportistas de gas.
Economía debía definir si avanzaba con una quita de subsidios para los sectores de ingresos bajos (N2) y medios (N3) en gas y electricidad; si aumentaba el costo que pagan los comercios, industrias y hogares de ingresos altos, y si autorizaba el ajuste mensual de tarifas para las empresas.
Al final, nada de esos sucederá y todo continuará como estaba o peor, ya que la inflación y la devaluación mensual se mantiene al ritmo del 7% y 2% mensual y cada vez más los usuarios residenciales de ingresos bajos y medios demandan más subsidios.
