El choque de planetas se produjo en La Pampa, con un tema pampeano. Dos formas de pensar, dos ideologías frente a frente. Esto es lo que generó el debate y los cruces por el aporte solidario propuesto por el gobernador Sergio Ziliotto. Un entrevero entre peronistas y «libertarios», en el que cada sector expuso de qué lado se está del mostrador.
Como indica el consultor Mario Riorda, la ideología siempre está, más o menos explícita, y en tiempos de híperideologización libertaria la polarización tenía que pegar fuerte en La Pampa. Esta vez se expuso claramente en la Cámara de Diputados: es la caja de resonancia que tiene la oposición para pegarle al gobierno provincial. Y ahora que tiene las herramientas (el fifty-fifty), lo va a usar. Del otro lado está la gestión para defenderse sola, aunque llama la atención que no todos los diputados peronistas salgan a responderle a los opositores.
La oposición se unió en la Legislatura provincial para empezar a pensar, con el viento de cola de Milei a nivel nacional, en sus posibilidades conjuntas para 2027. ¿Un globo de ensayo muy prematuro? Sí, pero necesario para sus necesidades. Y para eso usa todos los debates posibles para confrontar con el peronismo.
Esta vez, con el aporte solidario, se expusieron claramente los dos polos de la política provincial. Ziliotto había presentado el aporte solidario, que lo deben pagar sectores con alto patrimonio o capitales especulativos, destinado a familias vulnerables que deben enfrentar la política económica libertaria. Es un polo ideológico: el peronismo y el rol del Estado interviniendo por los más desprotegidos.
Del otro lado, se agrupó la oposición, que Ziliotto llamó «libertaria». Esta alianza no es todo lo mismo (no es lo mismo un legislador radical que no vota por restitución de Ganancias que uno del PRO que sí, o un intendente radical crítico a Milei que un integrante de la Pyme familiar de CO). Pero los legisladores provinciales de la oposición se agrupan bajo un sentido común, un clima de época, que tiene a las ideas que impulsa Milei, y que tienden a golpear al peronismo como norte. Y con el respaldo de las sociedades rurales, a las que responden y muchos de sus legisladores integran. Los argumentos elegidos van de la mano con las ideas libertarias que vocifera Milei: el Estado debe ser mínimo y no intervenir, y menos con un «impuesto» como el que pretende el peronismo. (Cuando los impuestos pagan los caminos vecinales, los créditos productivos o palían los efectos de las sequías para los mismos productores rurales que los aborrecen. Esos si son buenos).
En ese sentido, más allá de los más convencidos (como el PRO que quiere ser parte del gobierno de Milei pero no lo dejan, muchos radicales y sobre todo el tren fantasma de CO) o los dudosos, se ponen del lado mileista de la política para confrontarle al peronismo. Aunque no estén en LLA, aunque critiquen a Milei, terminan utilizando sus argumentos.
Los diputados «libertarios» se opusieron de esta manera al aporte (una de las espadas más filosas fue la de Poli Altolaguirre) y contaron nuevamente con el apoyo del campo. Desde el peronismo les contestó el ministro Pascual Fernández con munición estatalista. Los diputados opositores dejaron sin quórum la sesión para frustrar al oficialismo y el gobernador los tildó de mileistas. Un entrevero hermoso de los nuevos tiempos políticos.
Mario Riorda también plantea que en tiempos de hiperideologización, la polarización es cada vez más profunda. El gran choque de ideas, la batalla cultural, que se da en el país se derrama necesariamente en La Pampa. En la provincia se guardan un poco más las formas, pero la pelea está planteada entre las ideas del peronismo y las de los libertarios. El aporte solidario dejó fluir de qué lado se pone, y se pondrá, cada uno de los sectores políticos.
(*) Por Norberto G. Asquini – periodista