La peste bubónica provocó dos muertes en la zona rural de Victorica, y las autoridades sanitarias determinaron la cremación de los cadáveres y fijaron un cordón sanitario para evitar la propagación de los gérmenes infecciones. El hecho ocurrió entre noviembre y diciembre de 1931 y se especulaba que los propagadores de la enfermedad habían sido los tucutucu, según publicó un periódico castense.
La pandemia de la Covid 19 no provocó el primer aislamiento social en Victorica. Siete décadas antes, los casos fatales de peste bubónica generaron conmoción, y se estableció un cordón sanitario para evitar nuevas víctimas.
En la edición de diciembre de 1931, el periódico La Voz del Norte citó un parte policial de Victorica donde detallaba que en la chacra de los productores Caxaux Hnos, se produjeron dos casos fatales de peste bubónica.
La publicación agregó que la policía estableció un cordón sanitario para “aislar la chacra donde se originó la epidemia”. Y agregó: “los cadáveres fueron cremados para evitar la propagación de los gérmenes infecciosos”.
El luctuoso episodio “fue inmediatamente puesto en conocimiento de la asistencia pública de Santa Rosa”, desde donde se arbitraron “los recursos sanitarios” para controlar la situación sanitaria.
El semanario castense, en base a las mismas fuentes, informó que la principal hipótesis fue que “los propagadores de este mal sean los tucutucus, pues son los animales que más abundan en el campo”. “Sobre ellos el Departamento Nacional de Higiene hará un estudio, una vez que haya recibido algunos de esos ejemplares”, concluyó.
(*) Por Coclete Rosa
