jueves 28, noviembre, 2024, Eduardo Castex, La Pampa

La noche del caos en la subcomisaria de Villa Mirasol: Agente intoxicado y un subcomisario baleado (*)

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Un agente intentó calefaccionarse con un brasero de carbón y lo afectó el monóxido de carbono. Cuando se encontraba en estado de desvanecimiento, ingresó un subcomisario para auxiliarlo. La desfortuna provocó un verdadero caos en la subcomisaria de Villa Mirasol, porque cuando el jefe policial intentó retirar al agente de la oficina, en el brusco movimiento se activó el percutor del revólver del desvanecido y el proyectil se alojó en la zona de la ingle.





Corría el mes de julio de 1937 cuando la comunidad de Villa Mirasol se conmocionó con un desafortunado episodio que se produjo en el edificio policial. Una sucesión de hechos concluyó con dos personas hospitalizadas, que afortunadamente –a los pocos días- se lograron recuperar y quedaron fuera de “todo riesgo” de vida.

El semanario La Voz del Norte recordó que ese séptimo mes del año, reinaba un “intenso frío”, cuando el agente Payero se encontraba de servicio, y “se encerró en la oficina de guardia con un brasero con carbón”.

“El desprevenido agente –continúa la crónica de la publicación castense- no tardó en ser presa «de los efectos» del monóxido de carbón, y cuando “se hallaba al borde del desvanecimiento” entró a la oficina el subomisario Víctor Gras, quien era el titular de la  dependencia policial.

UN TIRO EN LA COMISARIA

El subcomisario Gras se percató inmediatamente “de la situación de su subalterno”, lo tomó de la cintura “con el propósito de incorporarlo y hacerlo aspirar aire en la puerta”. Ahí se desencadenó el segundo episodio, que alertó al resto de los policías y vecinos de Villa Mirasol.

“No se sabe cómo (Gras) rozó con alguna brusquedad  el revolver de Payero. Y por esos designios de la fatalidad, el percutor funcionó y el proyecto fue a alojarse de la ingle del subcomisario que cayó herido”, relató el semanario castense.

El jefe policial rápidamente fue auxiliado por otros empleados de la dependencia, y fue atendido “con la urgencia que el caso requería” por el facultativo de Colonia Barón, doctor Julio Tapia. Seguidamente fue derivado a General Pico donde fue inicialmente “internado en un sanatorio”.

Pero, la situación no quedó ahí. “Comprobada la gravedad del herido y siendo necesaria una delicada intervención quirúrgica y de acuerdo con sus familias llegados de la Capital Federal, entre ellos su hermano el teniente coronel Gras, fue conducido a la metrópoli donde quedó internado en el Sanatorio Castro”.

La misma publicación detalló que días posteriores, el subcomisario Gras había “experimentado una gran mejoría, hallándose fuera de todo peligro”.

“La noticia del accidente causo profundo pesar en toda la zona y especialmente en el vecindario de Villa Mirasol, donde el subcomisario Gras, por su corrección de procederes y don de gente actuaba con el beneplácito general”, concluye el texto periodístico.

(*) Por Coclete Rosa 

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