La destrucción del empleo asalariado registrado en el sector privado pampeano, producto de las políticas implementadas por la gestión presidencial de Javier Milei, no cesa y las cifras son cada vez peores. Según las estadísticas oficiales difundidas por Nación, en julio de este año hubo 2.200 empleos menos que en 2023, lo que implica una caída interanual del 5,5 %. Un relevamiento realizado por un investigador de la CTA-Autónoma reveló que entre noviembre y julio de este año el descenso fue del 5 %.
El plan económico implementado por el Gobierno nacional no deja de causar estragos en La Pampa. La pérdida de puestos de trabajo se suma a la lista de los padecimientos que ya han sido denunciados de manera reiterada: retención de transferencias, desfinanciamiento del déficit previsional y paralización de la obra pública.
Los datos actualizados revelan que la situación no presenta síntomas de mejorar, según el informó la gestión libertaria a través de la Secretaría de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación, que depende del Ministerio de Capital Humano.
El último informe sobre «Situación y evolución del trabajo registrado (SIPA)» fue publicado este mes con las cifras de julio. En el séptimo mes, La Pampa tenía 38.900 personas con empleo asalariado registrado contra los 41.100 que había en el mismo período pero de 2023, es decir 2.200 trabajadores asalariados registrados menos. Esto representa una variación interanual negativa del 5,5 %.
En la comparación mensual desestacionalizada, la estadística oficial solo presenta números negativos: -0,5 % en enero, -0,8 % en febrero, – 0,9 % en marzo, -0,6 % en abril, -0,5 % en mayo, -0,4 % en junio y -0,5 % en julio. De esta manera, La Pampa sumó siete meses consecutivos de caídas.
Por provincias.
El informe advirtió que «la caída del empleo se verificó en la mayoría de las jurisdicciones. Solo en siete de las veinticuatro jurisdicciones el empleo asalariado registrado privado creció en comparación con el mes anterior; en una se mantuvo estable, mientras que en dieciséis se observó una caída».
«Las provincias que expandieron el empleo en el último mes fueron: Neuquén (+0,7%), Jujuy (+0,3%), Tierra del Fuego (+0,3%), Santa Cruz (+0,2%), Chubut (+0,2%), Corrientes (+0,2%) y Tucumán (+0,1%). Por su parte, en Córdoba el empleo se mantuvo estable. Entre las provincias con mayor caída del empleo se encuentran: Chaco (-1,5%), San Juan (-0,9%), San Luis (-0,9%), Misiones (-0,8%), Catamarca (-0,8%), La Rioja (-0,6%), Santiago del Estero (-0,6%) y Formosa (-0,6%)», detalló.
En la comparación interanual, veinte provincias presentaron caída del empleo, solo en una se observó «estabilidad» y en tres tasas positivas. «Las provincias que registraron las mayores caídas fueron: Formosa (-18,5%), La Rioja (-13,6%), Tierra del Fuego (-11,7%) y Santiago del Estero (-10,4%). Por el contrario, las tres provincias que presentaron variaciones positivas fueron: Neuquén (+3,5%), Salta (+1,3%) y Tucumán (+0,5%)», indicó.
«No tocamos fondo».
Luis Campos, investigador del Instituto de Estudios y Formación de la CTA – Autónoma, compartió un análisis de estas últimas estadísticas en su cuenta de X. «¿Se acuerdan cuando el Gobierno Nacional dijo que en julio se había frenado la caída del empleo registrado? Conclusión apresurada. Los datos del SIPA volvieron a mostrar una caída. Por ahora no hicimos piso y la ocupación formal sigue retrocediendo», advirtió.
En esa línea, explicó que «en julio el SIPA registró 196.417 asalariados menos que en noviembre, el 74,6% de ellos corresponde al sector privado. En comparación con junio de 2024 perdieron su puesto 10.181 trabajadores, casi el 90% proveniente del sector privado».
«En el sector privado registrado llevamos 11 meses consecutivos de caída del empleo. Contra agosto de 2023 ya perdieron su trabajo 180.502 personas. En términos absolutos estamos en niveles de 2015, con una población que creció un 9% en el mismo período», remarcó Campos.
«La dinámica de la destrucción del empleo en el sector privado en estos 11 meses tuvo tres momentos muy marcados. Una caída leve entre septiembre y diciembre de 2023, un fuerte retroceso en el primer trimestre y una desaceleración a partir de abril. A nivel sectorial el foco de atención sigue puesto en la industria manufacturera y en la construcción. Desde los máximos anteriores la industria lleva un retroceso de 33.617 trabajadores (- 2,8%) y la construcción perdió 100.103 trabajadores (- 21,2%)», sostuvo.
En el análisis por provincias, tomando el período noviembre 2023-julio 2024, destacó que «creció en provincias como Neuquén (2%) y Chubut (0,8%), y se desplomó en Formosa (- 11,8%), La Rioja (- 11,1%), Tierra del Fuego (- 9,3%) y Santiago del Estero (- 8,3%)». En este lapso, en La Pampa la caída fue del 5 %
«La caída en julio del empleo registrado en el sector privado llama la atención: fue por lejos el mejor mes para la actividad económica en lo que va de la actual gestión. Si la actividad tocó piso, el empleo por ahora no se enteró», señaló.
Perspectiva.
Para agosto, Campos destacó que «la Encuesta de Indicadores Laborales volvió a tener una variación negativa (en julio había subido un poquito). Un retroceso muy en el margen (- 0,056%), por lo que es muy fino para predecir qué puede llegar a dar el SIPA».
«Para adelante hay que señalar una obviedad: en algún momento el empleo va a dejar de caer. La pregunta es si va a empezar a crecer y en su caso a qué velocidad. Por ahora, estamos muy lejos de poder imaginar una respuesta a estos interrogantes», concluyó.
«La caída es significativa».
El informe sobre «Situación y evolución del trabajo registrado (SIPA)» publicado por Nación precisa que en julio de este año «se contabilizaron 10,101 millones de personas con empleo asalariado registrado (incluyendo el sector privado, el sector público y el trabajo en casas particulares) y 3,178 millones de personas con trabajo independiente (monotributistas y autónomos). El grupo de personas con empleo asalariado registrado mostró una caída del 0,1% en el último mes, lo que se traduce en 10,2 mil personas menos con empleo asalariado».
A su vez, revela que hubo «una caída en el empleo del sector privado (-0,1%), mientras que el sector público y el trabajo en casas particulares (0,0%) mostraron estabilidad en relación con el mes anterior. El trabajo independiente presentó un crecimiento con relación con al mes anterior (+0,3%, 9,5 mil trabajadores más). Esta dinámica se explica por desempeño de la categoría monotributo (donde la cantidad de aportantes aumentó un 1,9%), mientras que en autónomos y monotributistas sociales se observaron disminuciones (-1,1% y -2,1%, respectivamente)».
«En términos interanuales, el total de trabajadores con empleo asalariado se redujo un 1,9% (-199,3 mil trabajadores). Esta caída en el empleo asalariado se debe principalmente al retroceso del sector privado y el personal de casas particulares (-2,6% y -2,5%, respectivamente)», detalla.
En el caso del trabajo independiente, hubo un incremento del 5,8% (+173,1 mil trabajadores). Este aumento en el trabajo independiente fue impulsado por el monotributo (+8,1%). «Por su parte, la cantidad de aportantes al régimen de monotributo social presentó un crecimiento de +2,1% mientras que la de autónomos se mantuvo relativamente estable», añade.
«Significativa».
Con respecto al empleo registrado privado, el informe explica que se observaron «tasas de variación mensual positivas de forma ininterrumpida entre agosto de 2020 y agosto de 2023», pero «comenzaron a verificarse caídas del empleo a partir de septiembre de 2023. Inicialmente, las caídas oscilaban entre -0,1% y -0,2%».
«Sin embargo, en enero de 2024 el proceso de reducción de empleo se intensificó, alcanzando tasas de -0,6% en enero y de -0,4% en febrero y marzo (un promedio de -0,5% mensual durante el primer trimestre de 2024)», precisa. En abril se advirtió una «desaceleración en la magnitud de la contracción del empleo asalariado registrado privado», pero durante el segundo trimestre del año «se observó una caída mensual media de -0,2%. Por su parte, la variación del empleo en julio parece continuar esa tendencia de desaceleración».
«No obstante, la caída del empleo es significativa y acumula ya once meses de variaciones negativas consecutivas. Durante los últimos once meses la caída del empleo fue generalizada (11 de 14 sectores contrajeron el empleo), aunque se explica fundamentalmente por la dinámica de la Construcción», completa.