Un vecino de Guatraché, de 85 años, protagonizó un momento de tensión al reclamarle a otro vecino por tener sus animales pastando a orillas de un camino vecinal, generando un riesgo para quienes circulan por allí. Fuentes policiales aseguraron que se iniciaron actuaciones judiciales por daños, con intervención de la Fiscalía de General Acha.
La investigación surgió a raíz de una denuncia realizada por un vecino de la localidad, un hombre de 85 años, quien dio cuenta de una situación ocurrida mientras circulaba a bordo de su camioneta por un camino vecinal ubicado al norte del pueblo, lugar donde se produjo una discusión con otro hombre (de unos 30 años) de la localidad por la circulación de éste con animales vacunos y perros en la calle vecinal.
Luego de la discusión, el joven habría insultado y dañado mediante golpes con un “rebenque” el vehículo, el cual presenta abollones en la chapa. El fiscal del caso notificó al agresor de la causa que se inició en su contra, mientras que, por separado, se remitió el informe correspondiente al Juzgado de Faltas local para que intervenga sobre la situación de los animales en caminos vecinales.
Animales sueltos.
Además de la denuncia, la familia del vecino de 85 años decidió hacer público el episodio, pero sobre todo reclamar por los constantes casos de invasión de los caminos vecinales con vacunos, publicó el diario La Arena.
“Durante el trayecto, la circulación se vio interrumpida por la presencia de animales vacunos sobre la vía pública, lo que derivó en un momento de tensión que culminó en daños materiales al vehículo. Es importante destacar que, de haberse roto el parabrisas o si se hubiese visto obligado a descender, su integridad física podría haber estado seriamente comprometida”, dijo la hija del agredido.
“Más allá de este hecho puntual, lo que genera una profunda preocupación es la reiterada presencia de animales sueltos pastando en caminos y calles. No se trata de un animal que se escapó accidentalmente de un campo (situación en la que habitualmente se avisa al propietario), sino de animales que son llevados deliberadamente a la vía pública para alimentarse. Esta práctica, lamentablemente frecuente, no solo infringe las normativas vigentes, sino que representa un riesgo constante para quienes transitan por estos espacios. Se trata de una realidad que, en muchas ocasiones, se ha naturalizado (especialmente en épocas de escasez de pasto), pero que exige una reflexión profunda y acciones concretas por parte de todos los sectores involucrados”.
“Es urgente reforzar los mecanismos de control y garantizar el cumplimiento efectivo de las normativas que regulan estas situaciones. Por ello, hacemos un llamado respetuoso a las autoridades competentes para que se revisen, actualicen y fortalezcan las políticas de prevención, control y sanción, con el objetivo de resguardar tanto la seguridad vial, como la integridad de las personas”, concluyó.
