Una pareja de Concarán se enteró que crió por más de tres años a una beba que no era su hija biológica. La Justicia Federal investiga si hubo error o cambio intencional en una clínica privada de la capital de San Luis.
Todo empezó con una separación. Una pareja de Concarán decidió poner fin a su relación y, en medio del conflicto, el hombre pidió un estudio de ADN. Quería saber si la pequeña de tres años que criaron juntos era su hija biológica. El resultado fue devastador: no había vínculo genético.
La sorpresa fue aún mayor cuando la madre decidió hacerse el mismo análisis. También dio negativo. No era su hija.
Ese golpe emocional fue apenas el inicio de una historia tan increíble como dolorosa, que sacudió a toda la provincia. La niña había sido cambiada al nacer, y lo que parecía un caso aislado se convirtió en una causa de alcance federal.
La Justicia puso el foco en la Clínica Italia, de la ciudad de San Luis, donde el 7 de marzo de 2022 —y en las horas previas y posteriores— nacieron cuatro bebés. Los registros indicaban que dos niñas habían nacido con muy poca diferencia de tiempo, y ahora todo apunta a que hubo un intercambio de recién nacidas.
A comienzos de este año, los peritos ordenaron 12 análisis de ADN para cruzar muestras de las niñas y sus padres. Los resultados, que tardaron más de lo deseado por cuestiones burocráticas, se conocieron el 28 de mayo.
El último martes, una comisión judicial visitó a una familia de la ciudad de San Luis con la peor noticia: la niña que criaron durante más de tres años no era su hija biológica. La otra beba con la que fue cambiada nació el mismo día.
Las familias no pueden salir del asombro. Las preguntas se multiplican: ¿cómo se sigue ahora? ¿Qué pasa con los lazos construidos durante años? ¿Cómo explicarles a los hermanos que esa nena que amaban como su hermana ya no lo es por ley, pero sí por el corazón?
Si bien el caso inició en el fuero civil provincial, ahora la causa está en manos de la Justicia Federal, que investiga si se trató de un error humano o de un acto doloso. El hermetismo es total, aunque una fuente con acceso al expediente confirmó que “el caso no está cerrado” y que todavía resta determinar responsabilidades.
Una de las familias ya designó a una abogada y planea avanzar contra la clínica y los profesionales de guardia ese día. Otras buscan acompañamiento psicológico y contención, mientras evalúan cómo hacer la revinculación con las hijas biológicas.
Lo cierto es que hay cuatro familias quebradas por un hecho sin precedentes en la provincia. Un error que puede haber cambiado para siempre la vida de dos niñas, de sus padres y hermanos.
Quedan muchas preguntas sin respuesta: ¿quién repara el daño? ¿Quién devuelve el tiempo perdido? ¿Cómo se reconstruye una historia que nunca debió escribirse así?. (Fuente: El Diario de la República)
