Nuevos detalles revelan cómo fue la sorprendente fuga del expresidente ejecutivo de Renault y Nissan, Carlos Ghosn, que huyó de Japón donde se hallaba bajo arresto domiciliario: escapó dentro de la funda de un instrumento musical y tenía dos pasaportes franceses, uno de los cuales lo llevaba consigo en una maleta con llave.
Ghosn, inculpado de cuatro cargos y en detención provisional bajo fianza desde abril de 2019, vivía con cierta libertad de movimiento en el interior de Japón, pero con estrictas condiciones.
Confirmando las informaciones de la cadena pública japonesa NHK, la fuente contactada por la agencia AFP indicó que los abogados del magnate conservaban tres pasaportes (uno francés, uno libanés y uno brasileño), pero que Ghosn tenía dos pasaportes franceses.
Una autorización excepcional del tribunal le permitía tener uno de los dos documentos franceses consigo, cerrado en una maleta que estaba en su posesión pero cuya llave estaba en manos de sus abogados.
Este documento le servía como visado de corta duración en el archipiélago y necesitaba llevarlo en sus desplazamientos internos.
El exmagnate fue detenido en Tokio en noviembre de 2018, acusado de malversación financiera, y tenía que ser juzgado en Japón a partir de abril de 2020. Tras pasar un total de 130 días en prisión estaba en arresto domiciliario.
El que llegó a ser el presidente ejecutivo mejor pagado de Japón se enfrenta a cuatro cargos en este país: dos por ingresos diferidos no declarados a las autoridades bursátiles por Nissan y otros dos por abuso de confianza agravado.
Las circunstancias de su huida todavía son muy confusas.
Según fuentes de la investigación citadas por la prensa japonesa, los inspectores de la fiscalía de Tokio están examinando las imágenes de las cámaras de seguridad en la entrada de su domicilio y en el barrio donde vivía.
Francia indicó por su parte que Ghosn, que tiene tres nacionalidades (francesa, brasileña y libanesa), no será extraditado si pisa territorio francés porque el país «nunca» extradita a sus ciudadanos, según la secretaria de Estado de Economía, Agnès Pannier-Runacher, en declaraciones a la cadena BFMTV.
Ghosn habría dejado Tokio escondido en una funda de instrumentos musicales y a continuación habría embarcado en un avión privado. La operación fue realizada por el «Para-Military Group» que entró en casa del dirigente fingiéndose una banda musical llamada para un concierto navideño.
Al salir de la supuesta fiesta el grupo al parecer salió con sus instrumentos y ocultando a Ghosn en una funda de un contrabajo.