The Washington Post reveló que la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA, por sus siglas en inglés) utilizó un truco muy simple para poder espiar a Argentina y a otros países de la región durante el llamado Plan Cóndor aplicado en los ’70 y la Guerra de Malvinas en los ‘80.
Esta estrategia estuvo basada en la comercialización de miles de máquinas para desencriptar mensajes, provistas por una firma suiza Crypto AG, que en realidad pertenecía a la Agencia de Inteligencia.A través de esos aparatos, la CIA logró espiar durante años las comunicaciones diplomáticas y militares de decenas de países. La maniobra fue conocida luego de que el Archivo de Seguridad Nacional publicara este martes una serie de cables que detallaban la maniobra.
Los documentos muestran cómo durante décadas Crypto AG, propiedad de la CIA y de BND (Bundesnachrichtendienst, la agencia de inteligencia extranjera del Gobierno alemán), comercializó miles de máquinas de encriptado a un centenar de países de todo el mundo, como Chile, Argentina, Brasil, Uruguay, México, Colombia, Perú, Venezuela, Nicaragua, España, Grecia, Egipto, Arabia Saudí, Irán e Irak, entre otros.
Con esos aparatos, la CIA pudo decodificar miles de mensajes relacionados con el Plan Cóndor, impulsado para instalar dictaduras en la región y modelos económicos neoliberales, con fuerte endeudamiento externo.
Entre los episodios, se menciona al golpe militar de 1973 en Chile; el de 1976 en Argentina; el asesinato del excanciller chileno Orlando Letelier en Washington en 1976; la revolución sandinista en Nicaragua o la guerra de Malvinas.
En la investigación del diario estadounidense, denominada «El golpe de Inteligencia del siglo», se menciona que el proyecto de espionaje fue bautizado por la CIA como “Thesaurus” y luego como “Rubicon”. Pero, el programa tuvo sus limitaciones, debido a que las máquinas no fueron adquiridas por los principales adversarios de Estados Unidos: la ex Unión Soviética y China.
La administración del presidente Ronald Reagan (1981-1989) aprovechó en 1982 el uso por parte de la dictadura argentina de la tecnología de Crypto AG para entregar datos de Inteligencia al Reino Unido durante la guerra de las Malvinas.
Más tarde, en 1989, EE.UU. se aprovechó del uso que hacía el Vaticano de ese equipamiento en su persecución al general panameño Manuel Antonio Noriega, cuando buscó refugio en la Nunciatura Apostólica y su paradero quedó expuesto a través de los mensajes enviados desde esta misión a las autoridades vaticanas.
En la actualidad, productos de la firma Crypto AG se siguen utilizando en más de una decena de países, pese a que la compañía fue liquidada y desmantelada en 2018 por sus inversores.
Los activos fueron adquiridos por las empresas CyOne Security y Crypto International, quienes insisten en que no tienen ninguna conexión actual con ningún servicio de Inteligencia. Sin embargo, CyOne tiene al mismo director ejecutivo que tuvo Crypto AG durante las casi dos décadas que fue propiedad de la CIA.