Científicos que trabajan en un proyecto financiado por la NASA detectaron por primera vez partículas de energía en la Antártida por fuera del universo, un hallazgo que permite pensar en un plano oculto paralelo en el que las leyes de la física serían totalmente contrarias a las conocidas, de acuerdo a los expertos. Los expertos creen que este otro universo estaría exactamente al lado del actual y que habría sido también formado con el estallido del Big Bang.
El descubrimiento se hizo a partir de la Antena Antártica de Impulso Transitivo (ANITA) de la NASA, cuyo propósito principal era detectar el origen de las ráfagas rápidas de radio (FRB), un fenómeno astrofísico de gran energía y de origen desconocido que se registra desde 2007 en distintas partes del mundo. Aprovechando las condiciones climáticas de la zona, que minimiza las distorsiones de ruido o de radio, los científicos profundizaron los estudios con ANITA y los resultados sorprendieron a todos .
La OMS advierte que la mayor parte de la población mundial podría contraer coronavirus
Peter Gorham, físico experimental de la Universidad de Hawaii y principal investigador de ANITA, describió reciéntemente los extraños fenómenos que registraron como “eventos imposibles”, inclusive para los propios investigadores. “No todos estuvieron cómodos con esta hipótesis”, explicó a la revista New Scientist.
Cómo fue el estudio
Los expertos utilizaron un globo gigante para transportar la ANITA muy por encima de la Antártida , donde el aire helado y seco proporcionaba el entorno perfecto con poco o ningún ruido de radio para distorsionar sus hallazgos. Allí, detectaron un constante «viento» de partículas de alta energía que llega constantemente a la Tierra desde el espacio exterior.
Los neutrinos subatómicos de baja energía con una masa cercana a cero pueden pasar completamente a través de la Tierra, pero los objetos de mayor energía son detenidos por la materia sólida de nuestro planeta, de acuerdo al informe de los científicos.
Eso significa que las partículas de alta energía solo se pueden detectar bajando «desde el espacio», pero ANITA detectó partículas más pesadas, los llamados neutrinos tau, que «salen» de la Tierra. Gorham explicó que la única forma en que el tau neutrino podría comportarse de esa manera es si se transforma en un tipo diferente de partículas antes de pasar a través de la Tierra y luego nuevamente.
Para el científico, la explicación más simple del fenómeno es que en el momento del Big Bang, hace 13.800 millones de años, se formaron dos universos, el nuestro y otro que funciona a la inversa y donde el tiempo retrocede. “Ahora nos queda analizar las más emocionantes o aburridas posibilidades”, detalló Ibrahim Safa, quien también trabajó en el experimento.
Nombradas por sus siglas en inglés, son potentes pulsos de energía que duran unos pocos milisegundos. Este último punto es el que dificulta el estudio de los científicos para determinar su origen, a pesar de que fueron descubiertas hace 13 años.
Duncan Lorimer y su estudiante David Narkevic detectaron en 2007 la primera ráfaga rápida de radio, mientras analizaban datos de archivo de los distintos estallidos de energía transitoria astronómica, como los púlsares y los estallidos de rayos gamma. Entre ellos, registraron un sonido de radio que descendió en frecuencia durante 15 milisegundos. A día de hoy, se detectaron más de 100 ráfagas rápidas de radio (FRB), en distintas ubicaciones.
Recientemente, a partir de un estudio en Canadá, se recibieron ondas de manera constante en un ciclo que se repite cada 16 días , que reavivó la atención de la comunidad científica sobre las FRB. En la investigación, publicada en arXiv, los especialistas expresaron que al momento de detectar las FRB se encontraban estudiando datos del radiotelescopio utilizado por el Canadian Hydrogen Intensity Mapping Experiment. Tras realizar 400 observaciones con el telescopio, comprobaron que las señales llegan aproximadamente una vez por hora durante cuatro días y luego cesan repentinamente, solo para comenzar de nuevo 16 días después.