La policía castense concurrió a una vivienda de la calle Maipú al 1100, para saludar a Justino que cumplía seis años. El niño no salía del asombro al ver el patrullero con las balizas encendidas, y un grupo de efectivos que le trasladaron “un regalito”. Los padres, David y Luján, y su hermano Simón lo acompañaron.
Así los uniformados dejaron por algunos instantes su labor habitual, para llevar un afectuoso saludo “en este día tan especial para el pequeño y su familia”.
El niño, feliz recibió su regalo y el saludo protocolar, más el aplauso de los presentes en ese instante.