Los trabajadores de la Planta de Reciclado ayer realizaron una panfleteada con críticas a la intendenta Mónica Curutchet, y la jefa comunal respondió con tres despidos de trabajadores precarizados que comenzaron –el miércoles 10- una medida de fuerza porque las autoridades municipales los reubicaron, pero no les garantizaron que volverían a sus puestos laborales. Los tres trabajadores fueron cesanteados en momentos que está vigente un decreto presidencial para evitar los despidos en medio de la crisis sanitaria y económica, y otro decreto de la Casa Rosada declara “actividad esencial” a la recolección de residuos y reciclado.
Los trabajadores Julio Arias, Miguel Quiroga y Ezequiel Bazán ayer –a la tarde- recibieron la carta documento firmada por la intendenta Mónica Curutchet. La jefa comunal transmitió -en una de las cartas documentos a la que tuvo acceso este diario digital- quedaba “despedido con justa causa” y dejo a su disposición la liquidación final en la secretaria de Finanzas municipal.
Ziliotto: «La economía de La Pampa tocó fondos y ya está experimentando un pequeño rebote”
En el texto relata que el lunes 8 se les informó donde debían presentarse –el miércoles 10- a trabajar, dado que por resolución 214/2020 se resolvió la reubicación.
Recordó que esa jornada los trabajadores no concurrieron “a cumplir con la tarea encomendada” y por el contrario procedió “en su lugar a la toma ilegal de la Planta de Reciclado de Residuos Domiciliarios municipal, dado lugar a una causa judicial que se tramita en la Fiscalía Temática contra la Propiedad, a cargo de la doctora Leticia Pordomingo, donde se constató su presencia ilegal en el lugar”.
Curutchet destacó que las ausencias a los puestos laborales “implican la inobservancia de las obligaciones que le son propias y constituyen una injuria que por su gravedad no permite la prosecución de la relación laboral, por lo tanto hago saber que queda despedido con justa causa”.
DESPIDOS SIN DIALOGO
Los trabajadores de la Planta de Reciclado comenzaron –el lunes- la tercera semana de protestas contra la decisión de las autoridades municipales que dispusieron la reubicación laboral, pero no garantizaron que en el futuro podrán regresar a sus puestos laborales.
Curutchet ayer procedió a despedir a tres trabajadores precarizados, pero -¿extrañamente?- desde que se inició el conflicto laboral no hubo un encuentro entre ambas partes para acercar posiciones.
La decisión de la jefa comunal también llega en un momento donde está vigente un decreto presidencial para impedir el despido de los trabajadores en medio de la crisis sanitaria y económica que atraviesa el país por la pandemia de la Covid 19. Y también existe otro decreto de la administración de los Fernández que declara “actividad esencial” a la recolección de residuos y reciclado.
Entre los trabajadores de la Planta de Reciclado hay contratados y jornalizados, y próximamente se vencerían algunos convenios. “Están aplicando mano dura. Es una administración macrista. Nos despiden por protestar. Muchos de los que estamos protestando vamos camino a quedarnos sin trabajo”, se resignó anoche un trabajador consultado por este diario digital.
Algunos profesionales consultados indicaron que los despidos, desde el punto de vista político es un error, económicamente no son convenientes en estos momentos y legalmente quedan grandes interrogantes. “El espíritu del decreto presidencial es que no haya despidos, no importa si es contratado, jornalizado o planta permanente. Y un despido por protesta no deja una sensación muy democrática”, reconocieron.