Tras una serie de allanamientos en el macrocentro de la capital salteña, las encontraron cuando eran explotadas sexualmente. Están siendo asistidas por el Polo Integral de las Mujeres.
Dos mujeres, una de ellas sindicada como la líder de una organización dedicada a la trata de personas con fines de explotación sexual, fueron detenidas el sábado último como resultado de una serie de procedimientos realizados en siete viviendas del macro centro de Salta Capital. Estos operativos fueron ordenados por el juez federal Miguel Medina. Por otro lado, el viernes último hubo otros allanamientos en la zona de El Bajo, ordenados por la justicia provincial, en los que fueron detenidos un hombre y una mujer.
En el primer caso se allanaron siete inmuebles, de los cuales las fuerzas de seguridad rescataron a siete jóvenes de entre 18 y 25 años, además de secuestrar «valiosos elementos de pruebas, entre ellos 19 teléfonos celulares, dos dispositivos de cobro electrónico, lencería erótica y la suma de 90 mil pesos», informó el Ministerio Público Fiscal federal. Los procedimientos, resultado de un proceso de investigación, tuvieron la particularidad de que fueron llevados a cabo con elementos de protección, por la pandemia del coronavirus.
Los procedimientos se realizaron de manera simultánea y estuvieron a cargo de efectivos de la Unidad de Delitos Complejos y Procedimientos Judiciales, de la Gendarmería Nacional, y de la División Trata de Personas de la Policía de Salta. A su vez, todos fueron coordinados por el Área de Casos Complejos, de la Unidad Fiscal Salta, a cargo del fiscal federal Ricardo Toranzos.
Dos de esos allanamientos se hicieron en departamentos de un edificio ubicado a escasas cuadras de la plaza principal de la ciudad. En uno de estos departamentos, fueron rescatadas dos jóvenes y fue demorado un «cliente».
A pocas cuadras de ese edificio, se allanó una casa, de donde se rescató al resto de las víctimas y se detuvo a una mujer sindicada como la líder de la organización.
Otra mujer fue detenida en el allanamiento realizado en un domicilio la zona este de la ciudad. La Fiscalía informó que esta mujer cumplía la función de «captadora». De esta vivienda secuestraron un teléfono celular, dinero en efectivo y lencería erótica.
Respecto a los otros domicilios allanados, se informó que en algunos de ellos se secuestraron elementos probatorios, como teléfonos celulares, lencería, fotografías. Y en otros, los propietarios indicaron que los inquilinos se habían marchado, en algunos casos porque ellos mismos les habían pedido cesar la locación debido a quejas de los vecinos.
Una pesquisa tecnológica
El fiscal Toranzos destacó el trabajo en equipo de las fuerzas intervinientes, el uso de medios tecnológicos y el marco sanitario con el que se operó.
También destacó la utilización de herramientas especiales al momento de llevar adelante las pesquisas, entre ellas el seguimiento virtual por redes sociales y la figura procesal del “agente revelador”, es decir, un integrante de una fuerza de seguridad que simuló interés en lo que ofrecía la red de trata. Los procedimientos del sábado fueron el resultado de una larga investigación usando las nuevas tecnologías.
Los investigadores hicieron un seguimiento por internet, y así pudieron determinar que la red de trata captaba a mujeres jóvenes con avisos de trabajo publicados de manera digital. Una vez que conseguían su atención las iban convenciendo de a poco hasta que lograban que las jóvenes accedieran a ser fotografiadas. Una fuente de la investigación contó a Salta/12 que ya estas fotografías eran «degradantes». La red contaba con una página digital subida desde Córdoba, que ofrecía a mujeres para encuentros sexuales en Salta. Los interesados se contactaban y les informaban la hora de la cita y el domicilio al que debían concurrir.
Esos domicilios eran departamentos alquilados con un sistema similar al del portal booking.com, por tres o cuatro días.
Toranzos aseguró que, tanto en el caso de las víctimas como las detenidas se aplicaron todos los protocolos de seguridad sanitarias. La Fiscalía trabajó con la Secretaría de Derechos Humanos de la provincia para brindar asistencia y contención a las jóvenes rescatadas, quienes fueron asistidas por especialistas del Polo Integral de las Mujeres, que depende de la Secretaría.
El delito de trata de personas está establecido en el artículo 145 bis del Código Penal, que prevé una escala penal de cuatro a ocho años de prisión para quien “ofreciere, captare, trasladare, recibiere o acogiere personas con fines de explotación, ya sea dentro del territorio nacional, como desde o hacia otros países, aunque mediare el consentimiento de la víctima”.
El fiscal indicó que los elementos de pruebas reunidos antes y en los allanamientos, llevan a la Fiscalía a avanzar sobre la hipótesis de una organización dedicada a la trata de personas. Además de la lencería que era usada para la toma de fotografías con las que se captaban a hombres que pagan por sexo, Toranzos destacó el secuestro de dos dispositivos de cobro electrónico, el dinero secuestrado y documentación.
Por otro lado, el viernes último miembros de la División Trata de Personas de la Policía salteña realizaron tres allanamientos en la calle Florida al 1700, en la zona conocida como El Bajo, famosa por la oferta de prostitución. En ese lugar rescataron a siete personas y detuvieron a un hombre y a una mujer.