viernes 29, noviembre, 2024, Eduardo Castex, La Pampa

Juega en las selecciones argentinas de fútbol y handball y quiere ser médica

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Chiara Singarella vive en Luján de Cuyo, cursa de manera virtual el cuarto año de la escuela secundaria y entrena de lunes a sábados, en su casa y en el gimnasio, ahora que puede salir por la flexibilización de la cuarentena.





Lo de Chiara Singarella, de 16 años, es inédito. La mendocina, zurda con los pies y diestra con las manos, juega en los seleccionados argentinos de fútbol y de handball: «Amo los dos deportes. Cuando tenga que elegir uno, será el que más chances me dé en lo académico; quiero ser deportista profesional pero también estudiar la carrera de medicina».

Chiara vive en Luján de Cuyo, cursa de manera virtual el cuarto año de la escuela secundaria y se entrena de lunes a sábados, en su casa y en el gimnasio, ahora que puede salir por la flexibilización de la cuarentena en Mendoza.

Singarella, de familia de deportistas, está acostumbrada a tener mucha actividad. Además de estudiar, alterna convocatorias de la Sub 17 y la Sub 20 de fútbol, juega en el seleccionado de cadetes de handball y practica ambos deportes a nivel clubes.

«Creo que no podría haber sido otra cosa que deportista. Mi mamá es profesora de Educación Física y daba clases en la Municipalidad, ahí empecé a jugar a todo al mismo tiempo. Mi papá también siempre jugó al fútbol y handball en Luján; y mi abuelo materno fue arquero de Luján y de la selección mendocina de fútbol», cuenta Singarella en diálogo con Télam.

Con 14 años, fue la deportista argentina más joven en los Juegos Odesur 2018, donde integró el seleccionado Sub 20 de fútbol. En noviembre último, tuvo premio en su otro deporte: la eligieron como la mejor pivote del Sudamericano de Cadetes de handball.

«No me cae la ficha de que estoy jugando en dos seleccionados diferentes. Es re lindo representar a la Argentina. Un orgullo. Pero no podría hacerlo sin el apoyo de los cuerpos técnicos de fútbol y handball. Diego Guacci (dirige la Sub 15 y Sub 17 de fútbol AFA en dupla técnica con Bárbara Abot), por ejemplo, siempre me pregunta por el handball. Mis entrenadores tienen empatía, me alientan a seguir con los dos. Nunca me hicieron elegir», explica la mendocina, que juega de extremo en fútbol (la banda derecha le queda mejor porque le gusta enganchar para adentro) y de central o pivote en handball.

Singarella sabe que, en un futuro no muy lejano, es probable que tenga que escoger entre uno de los deportes. «Me encantaría seguir con los dos pero nunca se sabe. Elegiré el deporte que me brinde más oportunidades respecto a lo académico, ya sea becas deportivas en los Estados Unidos, España o cualquier otro país. No puedo decir me quedo con uno porque va a depender de las propuestas. Mi intención es ser profesional del deporte, pero me gustaría seguir la carrera de medicina», expresa.

A un año y medio de finalizar el colegio secundario, Chiara Singarella supone que el fútbol le brindará más salida para estudiar.

«No recibí ofertas de clubes. Estamos viendo el tema de becas deportivas. Estoy estudiando inglés y sé el idioma, en un año me recibo… Estados Unidos sería una gran oportunidad para ir a estudiar y jugar al fútbol. En España tendría más chances con el handball, porque en Estados Unidos no hay mucho», considera.

Con respecto al crecimiento del fútbol femenino en la Argentina, Chiara opina que «viene creciendo hace años, no sólo por la semi-profesionalización sino en la cantidad de jugadoras que hay en todo el país. La visibilización en la sociedad y en medios de comunicación, además de apoyo de los clubes y la dirigencia en general, acá y en el mundo, ayuda mucho a la aceleración del crecimiento del fútbol femenino. Espero que después de la pandemia siga creciendo, que cada vez haya más mujeres que juegan al fútbol de manera profesional y que podamos vivir del fútbol».

Lo que Chiara más disfruta del handball es «el ritmo de juego, que es muy dinámico. Me encanta ser central y manejar los tiempos del equipo, la intensidad de ataque. También me gusta defender, me gusta todo».

Sobre el fútbol, Singarella piensa que «al ser en un espacio más amplio, no podés manejar tanto el tiempo como en el handball, pero es más determinante. En handball tirás una vez al arco, le erraste y pasan cinco minutos y ya tenés la chance de volver a meter un gol. En cambio en el fútbol, si te perdés un gol, no sabés cuánto tiempo más vas a tener para convertir. La toma de decisiones en el fútbol me gusta, meter pases filtrados a la espalda del defensor para la delantera».

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