viernes 29, noviembre, 2024, Eduardo Castex, La Pampa

La realidad virtual de concejales de Castex (*)

Compartir
Twittear
Compartir
Telegram

Cuando el mundo atraviesa la mayor crisis sanitaria, social y económica, en Eduardo Castex los concejales están atrapados en una realidad virtual, que no les permite identificar las actuales necesidades sociales. La presentación de proyectos innecesarios, exposiciones intentando justificar iniciativas irrealizables en estos difíciles momentos que atraviesa la sociedad mundial, presentan -en las reuniones quincenales- una actualidad totalmente disociada entre los vecinos de a pie y el mundo que sueñan algunos de sus representantes.





A menudo surgen gobernantes que confunden la realidad social con una realidad alternativa o inexistente, que actualmente se denomina realidad virtual. Los casos más conocidos pueden resultar Donald Trump y Jair Bolsonaro. Diseñan políticas para un mundo inventado por ellos, que después lamentablemente se aplican en un mundo real que desconocen, y resultado es claramente imaginable. Y cuando el gobernante se aísla del mundo cotidiano que lo rodea, los errores se mantendrán en el tiempo.

Realidad legislativa

En Eduardo Castex existe una situación municipal y un mundo ideal planteado desde algunas bancas del Concejo Deliberante. La intendenta Mónica Curutchet y la secretaria de Hacienda, Verónica Curutchet, plantean que cayó la recaudación, que aumentó la demanda social y revelaron que el municipio durante la cuarentena solicitó al gobierno provincial anticipos copartipables por más de 20 millones de pesos.

Algunos concejales parecen desconocer esta situación y proponen iniciativas que para esta «nueva normalidad» son totalmente inviables. Y así impulsaron la construcción de una pista de Mountain Bike cuando la comuna no alcanza a cubrir los gastos fijos mensuales; o pretenden que obligatoriamente se presente el servicio de lengua de señas en oficinas municipales, cuando no se puede cubrir la masa salarial actual y los trabajadores se desempeñan en horarios y con atención reducida.

Después, sueñan con crear plazas en terrenos que a los pocos días desde el Departamento Ejecutivo Municipal anuncian que serán destinados para la construcción de viviendas del plan provincial que lanzó el gobernador Sergio Ziliotto; o los varios proyectos sobre ambientalismo que deberían cotejarse con las múltiples normativas sancionadas anteriormente, y lamentablemente -en su mayoría- no fueron puestas en prácticas.

También se ocuparon de iniciativas que alcanzaron la sanción, se anunciaron con bombos y platillos, pero después no controlaron la puesta en vigencia, porque los implicados no tienen intenciones de voluntariamente involucrarse para prestar un servicio a la sociedad castense.

Nobleza obliga admitir que hubo cosas interesantes, y también se han destacado. Un estudio para mejorar los desagües de la calle Gobernador Duval, y hasta un pedido de colectoras en los accesos ubicados sobre la ruta provincial 102. E incluso alguna propuesta contemplando la realidad de los celiacos.

Olvidados

La función legislativa no solamente se debe centrar en presentar proyectos -ya sea faraónicos, impactantes o sencillos- en las sesiones, para alcanzar una breve alocución que genere una sensación de laboriosidad. Hay labores productivas y beneficiosas para la sociedad, que muchas veces no pasan por las bancas.

Por ejemplo, en medio de la pandemia, los jóvenes continuaron cursando vía plataformas digitales, pero requirieron de material bibliográfico, y mediante análisis sociales se podría haber determinado quiénes requerían de una asistencia para fotocopias, teniendo en cuenta la diferencia económica entre el servicio universitario y los costos de los comercios locales.
Involucrarse en los temas municipales debería ser otra premisa. Pero, no solamente para los anuncios. En el conflicto que se desató entre la intendenta Mónica Curutchet y los trabajadores de la Planta de Reciclado hubo total ausencia de los ediles de las dos bancadas.

No intentaron reunirse con las partes en el inicio de las protestas, y el problema terminó con una decena de trabajadores despedidos durante una cuarentena que asfixia económicamente a varios actores sociales. Ahí también fallaron.

Gestionar beneficios para los vecinos también es una función de los representantes del pueblo, quizás menos mediático porque demanda tiempos más extensos, e incluso muchas veces no llegan a buen puerto.

Pero, como parafraseo el estadista británico Winston Churchill, «el problema de nuestra época consiste en que los hombres no quieren ser útiles, sino importantes». Y si nuestros concejales comienzan a pensar y obrar para demostrar al dos veces primer ministro del Reino Unido que estaba equivocado, y que aspiran ser útiles para nuestra sociedad. Seguramente, sería mucho más beneficioso para el desarrollo de esta localidad.

(*) Por Coclete Rosa para el diario La Arena

Compartir
Twittear
Compartir
Telegram

Deja tu comentario!