El domingo se cumplieron 50 años de la construcción del Monumento a la Cruz, que está ubicado en el Lote XVIII a aproximadamente 10 kilómetros al sur de la localidad de Trenel, frente a las ruinas de la que fuera la Escuela de Corral. El monumento consta de una cruz con la imagen de Jesús que está entronizada sobre una construcción de cemento.
La historia del monumento se remonta al año 1970 y está revestida de momentos, se podría decir, hasta trágicos.
La construcción fue ideada por el cura párroco de Trenel, Albino Castelaro, quien anhelaba concretarla para el cincuentenario de la fundación de la parroquia de Trenel.
Para tal fin convocó al docente Cristóbal Horn quien se desempeñó como maestro durante 17 años en la Escuela de Corral y era presidente del centro de ex alumnos de Don Bosco.
Entre los dos comenzaron a movilizar a los vecinos de la zona y formaron una comisión que trabajó para llevar a delante la construcción del monumento en un terreno donado por la familia Fanessi.
La imagen de Jesús fue encargada especialmente y realizada en Buenos Aires y cuando estaba concluida el sacerdote Castelaro junto a un vecino de apellido Barbero, emprendieron el viaje para concretar el traslado.
En ese viaje, el destino truncaría para siempre el regreso de Castelaro y Barbero, porque antes de llegar a destino sufrieron un accidente automovilístico donde ambos perdieron la vida.
Aun después de este desaforando hecho la imagen llegó a Trenel y fue el padre Honorio Gildenberger, quien asistió la inauguración de la obra el 24 de Septiembre de 1970.
El paso del tiempo fue deteriorando la construcción aunque en 2006 los vecinos de la zona rural trabajaron en la reparación y embellecimiento del monumento, pintándolo, instalando un nuevo portón de rejas y forestando con pinos el lugar.
También la imagen de Jesús se fue dañando con los años, se le cayó un brazo y parte de las piernas, por lo tanto a principios del 2020 algunos pobladores de Trenel contactaron al artesano castense Jorge «Cacho» Fortunsky y le propusieron hacer la restauración.
El artesano trabajo un mes y medio para restaurar la imagen y hasta concretar la colocación nuevamente de la imagen.
Los vecinos del lugar ayudan a mantener el lugar y están orgullosos por mantener en pie esta obra que es un lugar emblemático para Trenel.