El Ministerio Público Fiscal (MPF), en una causa donde investiga presuntas estafas telefónicas, detectó que algunos de esos llamados provenían de la Unidad Penitencia N° 10 de Cruz del Eje, Córdoba. Hay tres involucrados y uno permanece detenido. Además se recuperó parte del dinero, que ya fue devuelto a los damnificados.
La investigación se inició a partir de varias denuncias por llamados telefónicos con la modalidad conocida como “cuento del tío”. El motivo de los contactos era para que esas personas cobraran una reparación histórica a través de la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses).
Un dato significativo es que los mensajeros les dieron datos personales reales a las presuntas víctimas, indicándoles que una de las condiciones para recibir ese cobro era que depositaran una determinada suma de dinero en cuentas de entidades afincadas en Córdoba.
A partir de obtener los números desde donde se efectuaron los llamados y otros datos, el fiscal general de Santa Rosa, Guillermo Sancho, concluyó que ellos fueron realizados desde la UP 10 de Cruz del Eje y, además, detectó en qué cuentas había sido depositada la plata. Así fue que dispuso el bloqueo de las cuentas de entidades públicas y privadas y, hasta el momento, logró recuperar 137.600 pesos, restituyéndoselos a los presuntos damnificados.
El detenido es cordobés y en las próximas horas será trasladado a Santa Rosa. Una vez aquí sería formalizado por el delito de estafas reiteradas. Los otros dos involucrados también son foráneos, un empleado de la administración provincial de Córdoba y un abogado.
Los hechos imputados a ellos pueden resumirse así: haber participado de maniobras por la cuales, mediante distintas llamadas telefónicas, supuestamente pertenecientes a la Anses, les informaron a los damnificados que se les abonaría un suma de dinero en concepto de reparación histórica. El requisito para acceder a su acreditación era transferir sumas de distintos valores a una cuenta bancaria. De esa forma lograron que distintas personas, desde un cajero automático y siguiendo las instrucciones que recibían telefónicamente, transfirieron la plata, sin haber obtenido la reparación prometida.
Otro dato interesante es que, en otras provincias se habrían abierto investigaciones similares, por llamados telefónicas también desde la cárcel de Cruz del Eje.