jueves 27, febrero, 2025, Eduardo Castex, La Pampa

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Ley del Aborto: Negocian correcciones en la reglamentación para sancionarla el 29

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Senado Edificio Cupula 13diciembre2020

El senador rionegrino Alberto Weretilneck recibe desde el pasado viernes llamados de sus pares oficialistas con una propuesta: aprobar la ley del aborto que se tratará el martes 29 y aceptar que la reglamentación contemple sus sugerencias, como restringir las intervenciones que ya son legales en cualquier momento del embarazo para los casos de violación y riesgo de salud. 

El ex gobernador es un habitual aliado del oficialismo, sin su voto las chances de sancionar la ley se reducen, pero aun así nadie lo tuvo en cuenta cuando se pasó listado de modificaciones para el dictamen de Diputados. Tanta es la tensión, que Alberto Fernández llama y recibe a senadores oficialistas para convencerlos de votar a favor.

El jueves pasado, mientras se emitía el dictamen, le concedió una audiencia al salteño Sergio Leavy y quedó confiado en que podía mutar de celeste a verde, como le había sugerido en charlas de febrero. En esas horas consiguió que el dictamen tuviera dos firmas que no estaban confirmadas: la rionegrina Silvina García Larraburu y el entrerriano Edgardo Kueider, ambos del Frente de Todos, aunque el último lo hizo en disidencia. 

Pero el presidente no contemplaba una rebelión de senadores que se habían declarado verdes y ahora piden modificaciones que obligarían a retornar el debate a Diputados, una posibilidad que no está en sus planes de fin de año. 

Para evitarlo trabajan la vicejefa del oficialismo Anabel Fernández Sagasti y sus pares María de los Ángeles Sacnun y Oscar Parrilli, para quienes Weretilneck resultó ser el hueso más duro de roer: sorprendió con una carta con artículos reescritos como condición para apoyar y animó a otros rebeldes en Cambiemos a desmarcarse. 

Por si alguien no lo tomaba en serio, se negó a firmar el dictamen y empezó una negociación que por ahora sigue irresuelta, en la que le proponen aceptar que una parte de sus propuestas sean contempladas en la reglamentación y de ese modo evitar que el proyecto vuelva a Diputados. Necesita confiar en que le cumplan y en el Senado sobran sospechas sobre una negociación paralela para conseguir beneficios para Río Negro.  

Lo curioso es que no objeta el eje del proyecto, como es legalizar la interrupción del embarazo hasta la semana 14 de gestación. Su principal demanda es aplicar nuevas reglas para los abortos que ya son legales en cualquier momento de gestación por tratarse de casos de violación y/o riesgo de salud, una interpretación que hizo en 2012 la Corte Suprema del texto del Código Penal, este proyecto clarifica, pero al rionegrino no le convencen sus alcances.  

Pide que sólo se interrumpan esos embarazos si hubiera «peligro de vida o salud física» y no de «salud integral», una definición de la OMS que contempla cualquier problema psico-social. Y pretende que en ningún caso haya abortos luego de la semana 22 de gestación. 

Otro de sus reclamos es reducir las sanciones a los médicos por demoras en la intervención, que en ese caso nos serían contempladas en la reglamentación a su medida, tarea a cargo de la secretaria legal y técnica Vilma Ibarra.  

Y este lunes lo recodó en una reunión de interbloque de Cambiemos los 11 verdes se anotaron para pedir modificaciones si se abre la negociación, aunque no tienen voluntad de bloquear la ley si el oficialismo la garantiza pero si de sumarse a la redacción compartida de la reglamentación. 

En el debate en comisión empezó sus gestiones el cordobés Ernesto Martínez: firmó en disidencia el dictamen y solicitó garantizar que un centro de salud sin profesionales capaces de realizar el aborto por tener objeción de conciencia pueda derivar los pacientes a los hospitales públicos. 

En esa cuenta entra el catamarqueño Oscar Castillo, que no firmó el dictamen y amaga con abstenerse. Un dato favorable para Fernández es que no prosperó un intento de celestes radicales y macristas para retacear el quórum. 

Aún así, los números están finos y la única forma de allanar el camino del Gobierno es garantizar varias reversiones celestes, como intenta el propio presidente, pero antes necesita apagar los focos de rebeldía como el que abrió Weretilneck. 

Con él pueden aspirar a 35 votos, dos menos que la mayoría simple, a la que pueden aportar alguno de los 16 oficialistas que por ahora se declaran celestes a viva voz y tienen el amparo de su jefe, el formoseño José Mayans. Uno es Carlos Menem, quien si sigue internado y estable votaría en contra desde la clínica, según anunció su hija Zulema. Su voto puede ser clave.   

La sesión sigue en carpeta para el 29 de diciembre, con un protocolo para la cobertura periodística definido por Cristina Kirchner con distanciamiento social. En el recinto sólo pueden estar 4 representantes por los bloques grandes y 2 de los chicos, además de las autoridades de la Cámara. La sesión empezará temprano y se votará en la madrugada. Hay tiempo para negociar. 

 

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